Mentira tras mentira

Primero dijo que no encargó el informe para exculpar de pederastia a su exmarido, luego que sí lo encargó y ahora vuelve con que no. Oltra se esconde en un castillo de embustes

«Yo fui quien encargué el expediente, se lo dije a la directora general y la directora general dijo: ‘Oiga, averígüese aquí qué ha pasado’. Punto, no hay más». Esto es lo que afirmaba el pasado 7 de marzo Mónica Oltra en plena investigación judicial a trece altos cargos de su consejería, subordinados suyos por tanto, por fabricar un informe en el que se exculpaba al exmarido de Oltra de haber abusado de una niña de 15 años en un centro tutelado por la administración valenciana. Pero al parecer sí había más y aquel «y punto» era en realidad punto y seguido pues ayer, 25 de marzo, la propia Oltra venía a confirmar que mintió al juez al desdecirse ahora y afirmar en su descargo que «no hice una expresión literal a la directora general en el sentido concreto y literal de abrir un expediente informativo. No ordené ‘ábrase un expediente informativo’, ni siquiera hablé con la directora general». Es decir, en quince días ha pasado de un «se lo dije a la directora general» a un «no se lo dije concretamente a la directora general». Quizá en la siguiente salva de excusas niegue hasta conocer a la directora general. La permanencia de Oltra en la vicepresidencia de la Comunidad Valenciana es insostenible pues el caso acumula tal colección de irregularidades, chapuzas y trajines en la sombra para tapar al abusador de una menor tutelada que deberían animar a Ximo Puig a cesar a su vicepresidenta, toda vez que ella se ha atrincherado en el cargo parapetada en sacos terreros llenos, concretamente, de excusas, rectificaciones, matizaciones que no matizan nada y mentiras a la cara.