El alcalde de Mariúpol cifra en 300 los muertos en el bombardeo al teatro
► El 16 de marzo, después de horas de búsqueda, fuentes locales solo confirmaron un herido
Diez días después del bombardeo ruso al teatro de Mariúpol, en el que se refugiaban más de 1.300 personas en su mayoría mujeres, niños y ancianos, el alcalde de la ciudad portuaria desmintió lo que se calificó en su día de «milagro» porque se saldó con un solo herido, confirmando ayer que el número de muertos podría rondar los 300.
«Hasta el último momento nos hemos negado a creer este horror, queríamos pensar que todo el mundo estaba a salvo. Pero los testimonios de quienes se encontraban dentro del edificio en el momento de este acto terrorista dicen lo contrario», escribió el Ayuntamiento de Mariúpol en Telegram.
El pasado 16 de marzo, después de horas de búsqueda y de trabajos de rescate y desescombro entre las ruinas del teatro de Mariúpol, la alcaldía anunció en su primer y único balance que «habían sido rescatados con vida todos los civiles», cuya cifra se situaba en 1.300.
Tras conocerse el ataque, el presidente Zelenski se mostró consternado por el acoso ruso a objetivos civiles. En la parte externa del teatro, según imágenes por satélite tomadas por la empresa Maxar, se podía leer la palabra «niños», escrita en ruso, en la parte delantera y trasera del patio en un intento de evitar una tragedia. A partir de ese día, el presidente ucraniano así como Joe Biden y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, empezaron a acusar a Rusia de «crímenes de guerra».
Mariúpol, punto estratégico para Rusia a las orillas del mar de Azov, es una de las ciudades más castigadas por los bombardeos, que han dejando casi en ruinas el 90% de la infraestructura urbana. Diversas ONG han denunciado que no tienen acceso a agua potable ni a suministros de electricidad y gas.