Lancashire
El mejor estreno de este mes es la serie sobre Julia Child
Quizá tenga demasiada adoración por Sarah Lancashire, pero el estreno de ‘Julia’ (HBO Max) el 31 de marzo es una de las mejores cosas que van a pasar en la televisión (la peor, que se estén cargando ‘Sálvame’ desde dentro).
‘Julia’ es una aproximación biográfica de Julia Child. De cuando empieza con su programa en la televisión una vez que ya había escrito su canónico libro sobre la cocina francesa. Sarah Lancashire, la gran estrella de la televisión británica junto a Nicola Walker y Suranne Jones (y las tres deben sus grandes trabajos a Sally Wainwright), se ha ido a hacer las Américas y le ha salido más que bien.
¡Sí, vale, Meryl Streep hizo estupendamente de Child en una película no demasiado buena, pero lo de Lancashire es mucho mejor! Julia Child, además de ser estadounidense, tenía una voz y un tono peculiar. Y Lancashire lo clava. Hasta te olvidadas de que tenga mucha más envergadura física que Child.
Daniel Goldfarb, creador y escritor de ‘Julia’, ha hecho un trabajo maravilloso. Y ha rodeado a Sarah Lancashire de gente como David Hyde Pierce o Bebe Neuwirth (aunque no aquí, canta, baila, actúa, no se la pierdan).
Lancashire hace honor a ser la protagonista. La gran protagonista en una época de comienzos televisivos titubeantes. Con sus increíbles inseguridades si ves vídeos reales de Child amenazando algún bicho muerto con un hacha. Ojalá alguna vez se hiciera algo así aquí con ‘Elena Santonja’ y ‘Con las manos en la masa’ (aunque con tantos famosos sería una especie de ‘Arde Madrid’).
De pequeña me impresionaba cuando durante una crisis económica los Ingalls de ‘La casa de la pradera’ tenían que irse a la ciudad y Caroline, la madre, trabajaba de cocinera. Cascaba los huevos con una sola mano. En ‘Julia’, Child prepara una tortilla francesa a su marido (David Hyde Pierce) sin utilizar más utensilio que la sartén. Lancashire, la tía.
Aunque mi momento favorito sobre comer es una frase suya de ‘Happy Valley’ cuando amenaza a James Norton y le dice: «Te voy a arrancar la poll… y voy a hacer que te la tragues». No es lo mismo que ‘coq au vin’, pero vaya.