El congreso del PP abre a Moreno la ventana del adelanto electoral
► La cita en Sevilla se plantea como una oportunidad para frenar a Vox y aprovechar el retroceso del PSOE ► Mutismo sobre la representación andaluza en la dirección nacional que queda en manos de Feijóo
No habrá crisis del Gobierno andaluz por una salida de miembros del Ejecutivo a los primeros puestos de la dirección nacional
El 20 congreso nacional del PP que se inicia el viernes en Sevilla tendrá una repercusión inmediata en la vida política andaluza ya que se plantea como la antesala del proceso electoral que decidirá sobre la continuidad de Juanma Moreno como presidente de la Junta. Fuentes del propio Ejecutivo andaluz señalan la cita del PP como determinante para que Moreno decida el adelanto «técnico» electoral a junio.
Descartado cualquier atisbo de división interna y lanzado el liderazgo de Núñez Feijóo, el efecto del congreso y la foto con Moreno como anfitrión se interpretan en San Telmo como la buena ola en la que apostar la decisión más importante, si bien el mensaje oficial seguirá siendo llevar la legislatura a término ya que el Parlamento no se disolvería hasta finales de abril.
No es casualidad que la primera intervención de Juanma Moreno en el congreso del PP sea el viernes por la tarde en una mesa que llevará por título «Preparados». Con Feijóo como moderador intervendrán los presidentes de Gobierno de Ceuta, Juan Vivas; Murcia, Fernando López Miras; Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Una mesa sobre el presente y el futuro del partido previa a los homenajes del congreso al pasado con el recuerdo a la refundación del PP del cónclave de Sevilla de 1990, las intervenciones de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy y la despedida de Pablo Casado.
En la mesa de los presidentes de comunidades se observará las diferentes circunstancias en la que se encuentran los gobiernos regionales del PP. Especialmente relevante las de Fernández Mañueco cuya investidura será la más tardía de Castilla y León por las imposiciones del pacto con Vox. Moreno quiere evitar tener que pasar por ese trance. Es su principal preocupación de cara a las elecciones. Por mucho que Ayuso se encuentre cómoda en la interlocución con el partido de Abascal desde sus amplia mayoría, Moreno ve amenazado su espacio político moderado de tener que someterse a un pacto con un socio que seguro no tendrá el mismo comportamiento que ha tenido Ciudadanos durante esta legislatura. Moreno intervendrá también el sábado antes de la proclamación de Feijóo y del primer discurso de éste como presidente nacional. El congreso pondrá de manifiesto, además de la unidad del partido, la sintonía de Moreno y Feijóo, enmarcados en el ala moderada del partido.
En el PP andaluz crece la sensación de que el efecto que va a tener la irrupción de Feijóo como alternativa al sanchismo servirá para diluir el avance de Vox, que proyecta a Macarena Olona como candidata sin nombrarla, como demuestra que tanto la diputada granadina como su jefe de filas hayan solicitado estar este año en el pregón de la Semana Santa de Sevilla. De paso, con el adelanto, se aprovecharía el desgaste del PSOE a nivel nacional y que la unión de los partidos de izquierda en Andalucía, aunque en negociaciones, es aún muy incipiente.
Representación andaluza
Esa feliz coincidencia para ambos de Feijóo y Moreno en la presidencia del partido a nivel nacional y regional debería tener reflejo en la composición de la dirección nacional del partido.
Entre las coincidiencias de Feijóo y Moreno también está la discreción. Dicen que el gallego llamó a Miguel Tellado por teléfono cinco minutos antes de nombrarlo su secretario general en la dirección regional. Algo parecido le ocurrió a alguna consejera andaluza en 2019. No extraña por tanto que destacados dirigentes del PP andaluz se encojan de hombros cuando se les cuestiona por quiénes estarán en Madrid.
Moreno negocia con Feijóo la cuota andaluza pero se desvincula públicamente de la misma porque es el nuevo presidente el que decidirá sobre la composición de la dirección nacional.
La opción de la andaluza Fátima Báñez como secretaria general parece descartada y no sería una cuota que se pueda vincular a Moreno. Tampoco lo sería Carlos Rojas, exportavoz parlamentario en Andalucía y coordinador de los diputados andaluces en el Congreso, al que fuentes en Madrid le sitúan en algún puesto de la ejecutiva. Otras diputadas del PP andaluz como Sol Cruz o Carolina España sí serían del gusto de la dirección andaluza si bien no en los cargos más destacados de la nueva dirección.
Toda la atención se centra en las posibilidades de los miembros del Gobierno de Moreno. Bendodo se descartó para los cargos más comprometidos ya que su papel está en Andalucía, sobre todo en fase preelectoral. Eso no quiere decir que no pueda ocupar un puesto que le permita mantener algún vínculo orgánico en Madrid siempre que pueda mantener todas sus responsabilidades.
En Madrid han sonado nombres como los de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, aunque su destino a medio plazo se supone como candidata a la Alcaldía de Granada. Claro que si se revalida el Gobierno andaluz seguiría en el mismo. El último nombre en los mentideros es el del consejero de Hacienda, Juan Bravo, reconocido casadista. Podría tener su sitio en el comité ejecutivo sin que eso suponga tener que acometer una crisis de Gobierto antes de unas elecciones que, de adelantarse, se celebrarían el 19 de junio, tras la celebración de las fiestas de primavera y antes de las vacaciones de verano.