Dos poderosos bufetes para defender a Corinna y Don Juan Carlos en Londres
Mientras el Rey Felipe VI y la
Reina Letizia participaban en el acto en memoria del fallecido Felipe de Edimburgo, a solo media hora andando, en la fría y desangelada Sala 76 de los Reales Tribunales de Justicia británicos, se debatía la inmunidad de Don Juan Carlos para ser juzgado en el Reino Unido. A un lado, sentado frente al juez, está el equipo legal contratado por Corinna Larsen. Al otro, están los abogados que trabajan en la defensa de Don Juan Carlos, denunciado por acoso por la que fuera su amante durante varios años y que ahora podría acabar sentándolo en el banquillo, después de que el juez Matthew Nicklin considerara que el emérito no tiene inmunidad en este proceso y enviara a su defensa a apelar su decisión en el Tribunal de Apelaciones.
La única diferencia apreciable a primera vista entre ambos grupos es que Don Juan Carlos está ausente, mientras que Larsen está sentada junto a sus consejeros y participando de forma activa en la sesión: toma notas, subraya textos y escribe mensajes a sus abogados en pequeños papeles de colores que les pasa con sigilo para no hacer ruido. A sus 58 años, Corinna hace gala de distinción y estilo. Sonríe, aunque sin aspavientos y saluda a los periodistas, aunque no da declaraciones. Su presencia en la sala no es necesaria, pero ella no quiere perderse una audiencia.
«Ninguno de los dos eligieron abogados estrella como los que se han visto en otros juicios», señala a ABC una fuente que en el pasado cubrió grandes juicios mediáticos en la capital británica. Sin embargo, lo que sí eligieron fue ser representados por poderosos y afamados bufetes que no se mueven en público con un solo nombre, sino que actúan como un equipo, de forma coral, tanto dentro como fuera de las dependencias judiciales, y que cobran cifras astronómicas, de miles de libras la hora, por sus servicios.
Clifford Chance fue la firma seleccionada por el padre del Rey. Es uno de los más caros del Reino Unido, y con presencia en los cinco continentes. Entre sus caras visibles está la de Daniel Bethlehem, exasesor legal del gobierno y que ayer llevó la voz cantante, aunque sin opacar a su equipo, que también habló ante el juez.
En el otro lado estaba James Lewis, expresidente del Tribunal Supremo de las islas Malvinas y que ganó reconocimiento por las acusaciones de tortura y posterior detención en Londres del exdictador chileno Augusto Pinochet.
Forma parte de la firma Kobre & Kim, a la que Larsen desembolsa millones de libras por representarla, y en la que también está Robin Rathmell, experto, entre otras áreas, en lavado de dinero y fraude en jurisdicciones internacionales.