Perder foco
Cataluña, para bien, ha perdido foco. Adiós a la turra de los días históricos
Por sorpresa, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, anunciaba el sábado que no aspira a revalidar el cargo en el congreso que la formación independentista celebrará en junio. Una noticia relevante en tanto que pondrá a la formación ante la disyuntiva de escoger entre Laura ‘trapis’ Borràs, líder de la facción partisana, y el exconsejero Jordi Turull, al frente de los pragmáticos de gen convergente.
Pese a las consecuencias que ello tendrá para la política catalana, empezando por el impacto en la estabilidad del gobierno de coalición en la Generalitat, la noticia se ha colocado en un segundo nivel en el escalafón informativo de los medios, incluso para los que se editan en Barcelona, escondido el anuncio entre la renovación del PP, la masacre de Bucha en Ucrania o la designación de Barcelona como sede de la Copa América –al fin, una buena noticia–.
El relativo cuerpo de los titulares con las novedades en Junts es una constatación en cualquier caso de que la política catalana, para bien, ha perdido foco. Si para los plumillas que nos dedicamos a esto produce cierta ansiedad no manchar más en la portada del diario –venimos de unos años intensitos, por así decirlo–, para la sociedad catalana es una buena señal, signo de cierta normalidad. Durante los años del ‘procés’, el independentismo presumía: «El món ens mira», el mundo nos mira, se decían. Pues ahora, tras perder el pulso de 2017 y acomodarse el secesionismo de nuevo al marco autonómico, el mundo ya no nos mira tanto. Menos mal. De lo que se trata, aquí y en Soria, es de resistir en las instituciones, ganar las próximas elecciones y dejar de dar la turra con los días históricos.
Las páginas de política, excepto para los cuatro friquis a los que nos gusta el asunto, vuelven a ser para la mayoría el mismo coñazo de siempre: un parte de las guerras internas de los partidos, el relato de las escaramuzas de los distintos gobiernos de coalición, pequeñas y grandes miserias aireadas a golpe de tuit, menudencias si se comparan con lo que hemos vivido en estos dos años pandémicos o la agresión criminal en el este de Europa. Ya tocaba. Y lo de Junts, ya nos perdonarán, se lo seguiremos contando.