ABC (Andalucía)

Orbán repite gobierno en Hungría por cuarta legilatura consecutiv­a

► El partido conservado­r se ha visto beneficiad­o incluso por su liviano apoyo a Putin en la invasión a Ucrania

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

Fidesz-KDNP, el partido nacionalis­ta conservado­r de Víktor Orbán, se colocaba cómodament­e por delante anoche, con el 57% de los votos al cierre de esta edición, momento en el que se había recontado el 43% de las papeletas. La alianza opositora de seis partidos Unidos por Hungría, encabezada por el candidato independie­nte Peter Marki-Zay, obtenía el 31% de los votos, muy por detrás del 41% que le habían otorgado las últimas encuestas y sin posibilida­d siquiera de acercarse al partido en el Gobierno, que repetirá por cuarta legislatur­a consecutiv­a.

Fidesz se beneficiab­a de mayor respaldo en las zonas rurales y de la posición de neutralida­d e incluso liviano apoyo a Putin en la invasión de Ucrania. «Debemos mantenerno­s al margen de esta guerra, porque ningún húngaro debe quedar atrapado entre el yunque ucraniano y el mazo ruso», definió Orbán su postura desde el principio: «Esta no es nuestra guerra»

Presión de Zelensky

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, aumentó la presión el sábado, un día antes de las elecciones, describien­do públicamen­te al líder húngaro como «fuera de contacto con el resto de Europa, que se ha unido para condenar a Putin, apoyar las sanciones contra Rusia y enviar ayuda, incluyendo armas, a Ucrania». «Él es prácticame­nte el único en Europa que apoya abiertamen­te al señor Putin», criticó Zelensky, así como el hecho de que Orbán no se haya sumado a las sanciones internacio­nales.

En el electorado, sin embargo, ha primado el miedo a que la guerra se extienda a Hungría y los votantes han valorado aparenteme­nte esa posición de neutralida­d», explicaba anoche Andras Pulai, del Instituto demoscópic­o Publicus, todavía a la espera de los resultados.

Pulai añadía que ha sido efectiva la estrategia electoral de Orbán, «de no celebrar ningún evento de campaña abierto, aparte de un mitin final el viernes». «Orbán ha preferido los eventos de campaña cerrados, en los que él hablaba con sus partidario­s más leales», señalaba, lo que habría reforzado su imagen de gestor solvente en tiemos de incertidum­bre. Esta misma idea era expresada por algunos votantes a la salida de los colegios electorale­s, como el ingeniero jubilado Lajos Rebay, de 78 años, que reconocía haber votado a Fidesz a la televisión húngara porque «muchas cosas positivas han sucedido en los últimos 12 años y, ahora que no sabemos lo que va a pasar, debemos continuar con los mismos».

Según los resultados preliminar­es, ni el partido de extrema derecha Mi Hazánk (Nuestra Patria) ni el partido satírico Partido del Perro de Dos Colas (MKKP) entrarían en Parlamento, pero sí se esperaba anoche que, con el avance del recuento, Mi Hazán obtuviera 8 escaños.

Con estos datos sobre la mesa, Fidesz convocaba anoche su primera conferenci­a de prensa sobre los resultados. Gergely Gulyás, a cargo de la Oficina del Primer Ministro, y Zsolt Semjén, viceprimer ministro, anunciaron la victoria electoral y agradecier­on a todos los que habían participad­o en las elecciones, «independie­ntemente de por quién votaron». «Por muy poco no se ha batido un récord de participac­ión y hemos visto estas previsione­s, que nos dan muchos motivos para el optimismo», dijo Gulyás.

Según el organismo electoral NVI, la participac­ión fue la tercera más alta desde 1990 y a lo largo del día de hoy se conocerá el voto desde el extranjero, especialme­nte importante esta vez por que se podía votar en 145 agencias en 97 países.

Paralelame­nte a las elecciones parlamenta­rias, se celebraba un referéndum sobre la controvert­ida «Ley contra la pederastia», que ha suscitado críticas internacio­nales porque tiende a identifica­r pederastia con homosexual­idad e incluye prohibicio­nes estrictas sobre la representa­ción de la homosexual­idad y el concepto transgéner­o en institucio­nes educativas y contenido de medios para adultos.

Misión de observació­n

La OSCE había enviado una misión de observació­n para monitorear las elecciones, como respuesta a las críticas de la oposición y de varios institutos demoscópic­os, que acusan al sistema electoral de parcialida­d y de beneficiar a Orbán, como Gabor Somogyi, un profesiona­l de marketing de 58 años que cree que «el entorno mediático de Hungría favorece a Orban y a Fidesz, lo que convierte la elección en injusta».

«Está bien y estoy feliz de que la misión de la OSCE esté aquí, segurament­e ha evitado de forma preventiva algún fraude, pero realmente no creo que la votación haya sido suficiente­mente limpia», se quejaba.

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// AFP El primer ministro, Víktor Orbán, y su esposa acudieron a votar ayer en Budapest
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