ABC (Andalucía)

Los cincelador­es del campeón más precoz

Tras ausentarse unos días por la muerte de su padre, Ferrero viajó por sorpresa a apoyar a su pupilo en la final

- LAURA MARTA

Soltó la raqueta, se echó al suelo, pero enseguida saludó al rival. Y, después, sonrisa hacia los suyos. Hacia los mimbres en los que se apoya Carlos Alcaraz, campeón del Masters 1.000 de Miami con 18 años y 333 días. En la pista ante Ruud fue él quien lo hizo todo, solo, ante el abismo del éxito, con el vértigo de las alturas, pues sus hazañas lo encumbran en cimas de lo más altas, algunas tan inhóspitas para el tenis masculino español como este torneo estadounid­ense. Pero fuera de la pista, bien pegados a sus golpes, a su estrategia y a su propia ambición, un equipo igual de firme en su hambre por hacer de él el mejor tenista del planeta. Y uno y otros van en la mejor de las direccione­s.

Alcaraz ha tenido que volar ‘solo’ en Miami durante buena parte del torneo, ausente su principal entrenador y valedor, Juan Carlos Ferrero, por la muerte de su padre. Aunque ahí está Samuel López, quien dirige la carrera de Pablo Carreño, como apoyo firme en el banco. El exnúmero 1 del mundo, no obstante, continuó con las charlas antes y después de los partidos: tejer la estrategia, observar los aciertos, detallar los errores para no volverlos a cometer. Pero el campeón de Roland Garros 2003 no se quiso perder el estreno de su pupilo en una final de Masters 1.000 y viajó a Miami de forma sorpresiva ayer, para alegría de Alcaraz, unidos ambos en un sentido abrazo tras terminar el encuentro.

Ferrero se hizo con las riendas de su preparació­n hacia la élite en el verano de 2018, cuando Alcaraz ya despuntaba en categorías inferiores y mostraba su disposició­n para la explosión tenística desde El Palmar.

La mudanza a la Academia Equelite Sport fue un salto de madurez anticipada, la que se exige siempre a los grandes. Ya con el carné de conducir en su poder, los viajes entre Villena y Murcia evitan las añoranzas. Su familia, sus padres Carlos –que también fue tenista– y Virginia, y sus tres hermanos, Álvaro, Sergio y Jaime, de 21, 11 y 9 años respectiva­mente, le dan la humildad; su familia en la pista, la profesiona­lidad.

Carlos Santos fue su primer entrenador, en la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar, donde su padre es presidente. Pulió al Alcaraz adolescent­e Kiko Navarro, en quien se apoya todavía como segundo entrenador; su cuerpo lo esculpen Alberto Lladó y Álex Sánchez, y lo miman los fisioterap­eutas Juanjo Moreno y Fran Rubio; para domar las emociones, Isabel Balaguer; el médico de cabecera es Juan José López, y el mánager, y quien unió a Alcaraz con Ferrero, Albert Molina, de la empresa IMG. También sigue de cerca su carrera Toni Cascales, mentor de Ferrero.

Con todo por delante, Alcaraz ya tiene un buen puñado de hitos en el raquetero. Si en 2021 su objetivo era ganar un ATP 500 y alcanzar el top quince, hoy se despierta con un Masters 1.000 en la mesilla de noche y en la undécima plaza, a escasos 29 puntos de codearse con el top ten.

Disciplina­do, metódico y, por fin, dueño de sus emociones, no dejará de ser ese adolescent­e que no puede vivir sin móvil, donde las notificaci­ones de las noticias con su nombre se multiplica­n conforme va adueñándos­e del planeta tenis.

 ?? // EFE ?? Alcaraz celebra la victoria junto a su equipo en la pista de Miami
// EFE Alcaraz celebra la victoria junto a su equipo en la pista de Miami

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain