Intervienen en Mallorca el yate del mayor oligarca del aluminio a instancias de Estados Unidos
La Policía interroga hoy a empleados del barco de otro magnate, Igor Sechin, retenido en el puerto de Tarragona
El multimillonario ruso Víktor Vekselberg, de origen ucraniano, dueño de un emporio de aluminio, energía y telecomunicaciones, lleva años bajo la lupa de Estados Unidos, pero no es uno de los oligarcas afectados por la sanciones de la Unión Europea. De ahí, que la Guardia Civil no hubiera podido intervenir hasta ahora su lujosísimo yate, el Tango, amarrado en Palma de Mallorca y sobre el que se habían hecho ya numerosas gestiones desde hace semanas. Ese buque y un avión de su propiedad son objetivos de las sanciones estadounidenses tras incluirlo el Departamento del Tesoro en su lista del pasado marzo.
Ayer por la mañana, el Tango, fue registrado e incautado por agentes del Servicio de Información, en el marco de una comisión rogatoria procedente de un juzgado de Estados Unidos, y bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 2 de Mallorca.
Es el primer yate que se interviene por orden judicial en nuestro país desde que empezó la invasión de Ucrania, al margen de los procedimientos administrativos instados por la Dirección General de Marina Mercante. Esos procedimientos no han permitido ninguna incautación, sino que se han limitado a retener los activos, a diferencia de los pasos que han dado países como Italia o Francia.
La operación de ayer se llevó a cabo de forma conjunta con las agencias de Estados Unidos FBI y Homeland Security Investigations (HSI), con funcionarios desplazados exprofeso para acceder al lujosísimo barco, lo que evidencia la importancia del servicio. Los agentes de los tres Cuerpos realizaron una entrada y registro en el interior del yate, de 78 metros de eslora y valorado en mas de 90 millones de euros, que se encontraba amarrado en el astillero de Palma de Mallorca. Según la información que manejaban los funcionarios tenía previsto abandonar la isla en cuanto le dieran permiso.
20.000 euros en efectivo
En su interior se hallaron 20.000 euros en efectivo, así como documentación que apunta a operaciones económicas de envergadura, y dispositivos informáticos.
Aunque Vekselberg, muy próximo a Vladimir Putin, no figura entre los sancionados por la Unión Europea, sí lo está por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde 2018, donde se le investiga por fraude fiscal, blanqueo de capitales y falsedad documental en relación, entre otros hechos, con la ocultación de la propiedad real de este yate de lujo para tratar de evitar sanciones. Vekselberg es el fundador y presidente del Grupo Renova, compuesto por empresas de gestión de activos y fondos de inversión en varios sectores clave de la economía rusa.
Hasta ahora España había retenido tres yates sospechosos de pertenecer a personas sancionadas por la UE: el Valerie, en Barcelona, el Lady Anastasia, en Puerto Adriano, y el Crescent en Tarragona, propiedad en teoría de conocidos oligarcas rusos. El objetivo de esas inmovilizaciones es acreditar que pertenecen a quienes se sospecha. Se trata de un procedimiento administrativo y en ninguno de los casos medió intervención judicial, como sí ha ocurrido con el Tango. Este yate tiene bandera de las Islas Cook y está registrado a nombre de una sociedad radicada en las Islas Vírgenes Británicas, que a su vez está administrada por sociedades de Panamá para ocultar la titularidad real.
La justicia norteamericana está también tras el Crescent, propiedad del oligarca Igor Sechin. Mediante otra comisión rogatoria, un juzgado de Tarragona ha ordenado algunas actuaciones en el marco de una investigación que mantiene abierta contra este Sechim, muy próximo a Putin. El juez español ha ordenado a la Policía que hoy tome declaración a trabajadores de este yate, inmovilizado desde el 17 de marzo.