Homenaje a la hostelería malagueña en el año del despegue definitivo
▶ ABC hace entrega de los IV Premios Gurmé Málaga a los mejores restauradores de la provincia
El auditorio Edgar Neville de la Diputación Provincial de Málaga acogió ayer la entrega de la cuarta edición de los Premios Gurmé Málaga, con los que ABC reconoce el trabajo y el tesón de cocineros, hosteleros y empresarios del sector tanto de la Costa del Sol como del interior de la provincia. El acto, conducido por la periodista Eva Encina, reunió a los principales rostros del panorama gastronómico malagueño y fue un espejo que reflejó la calidad y el buen hacer de una hostelería, la malagueña, «sobresaliente».
Autoridades locales, provinciales y del ámbito empresarial respaldaron a los premiados e hicieron entrega de varios de los galardones, entre ellos el alcalde de la capital, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; la directora general de ABC, Ana Delgado; o el crítico gastronómico Carlos Maribona.
«Estamos aquí para poner a la hostelería en el lugar que se merece», apuntó Eva Encina en la apertura del acto. «Por fin parece que esto —la pandemia— casi ha terminado y nos hace especial ilusión reunirnos por fin. Algunos compañeros han cerrado, pero el sector ha sabido reinventarse y se ha hecho más fuerte».
Catorce locales recibieron los premios Gurmé Málaga, que recuperan en este 2022 su fecha de celebración habitual tras dos años alterada por la crisis sanitaria. Siete de los galardonados fueron elegidos por el público mediante una votación llevada a cabo entre el 24 de febrero y el 9 de marzo. Otros tantos han sido seleccionados por un jurado profesional compuesto por Manuel Tornay, Sancho Adam, Juan Morcillo, Alejandro Segura y el editor de Gurmé Málaga, Carlos Mateos.
Este año, que se espera que sea el de la recuperación definitiva, los expertos han decidido reconocer a Skina (premio al mejor restaurante de cocina creativa), al Asador Don Joaquín de Pizarra (mejor restaurante de cocina tradicional), a la Venta Los Atanores (guardianes del recetario malagueño), al rondeño Kütral (mejor cocina internacional), al marbellí Nintai (mejor apertura reciente), al Refectorium Catedral (mejor restaurante informal) y a El Saladero de Caleta de Vélez (mejor restaurante de producto).
Por su parte, las votaciones del público dejan en Málaga capital los premios a mejor cocina creativa (La Taberna de Mike Palmer) y a mejor cocina tradicional, que ha recaído en el céntrico establecimiento Mesón Mariano.
El editor de Gurmé Málaga, Carlos Mateos, animó a los restauradores de la capital a reivindicar la cocina «más malagueña»
La audiencia ha considerado que los mejores guardianes del recetario malagueño están en el Mesón Astorga, emblema de la calle Gerona con sus carnes y platos de cuchara, mientras que la mejor cocina internacional la encuentran en Mura Mura, el local del centro histórico capitaneado por el chef Carmine Guarino. La mejor apertura reciente la han adjudicado a Yugó, ubicado a escasos metros de la playa malagueña de la Misericordia, y el galardón a mejor restaurante informal ha sido para Mesón Ibérico, el negocio propiedad de Víctor José Zorrilla en el barrio del Soho. Por aclama
ción popular, el mejor producto está en la marisquería El Cateto de Ciudad Jardín.
Mención especial
Por primera vez en la historia de los galardones se ha hecho entrega de una mención especial por parte de Cruzcampo al establecimiento «con más acento», otorgada al local La Tienda de Casa Curro, en Marbella. La compañía cervecera es «partner» estratégico en esta cuarta edición de los Premios Gurmé Málaga, que cuentan además con el patrocinio del Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial y el de las empresas Frutas y Verduras Eladio, Cafés Santa Cristina, Aua, Royal Bliss y Estepona Hotel & Spa Resort.
En diálogo con Encina, Carlos Mateos destacó el crecimiento durante los últimos cuatro años de la oferta de bares y restaurantes en Málaga capital, que a su juicio debe «seguir su propio camino»; reivindicar la cocina «más malagueña» y no aspirar a replicar el modelo de hostelería marbellí, donde se concentra un público «que es más heterogéneo y busca cosas diferentes».
Entre los anhelos del editor de Gurmé está la vuelta a las cartas tradicionales tras la expansión generalizada de los códigos QR por el Covid, así como contar en el futuro, si no con varios, al menos con «un buen restaurante chino» en la capital, donde considera que ya están bien representadas las cocinas italiana, argentina y nipona.