ABC (Andalucía)

El niño más feo del mundo

-

Es difícil imaginar que Óscar, con su sonrisa encantador­a y sus abdominale­s marcados, fuera un niño feo. Pero lo fue. Y mucho. Claro que para serlo tuvo que hacer muchos esfuerzos: más de cuatro horas de maquillaje diarios fueron necesarios para que J.J. Bayona le convirtier­a en un pequeño monstruo en la película ‘El orfanato’ (y otras dos horas para volver a dejarle como estaba). Aquí tienen la prueba gráfica. Óscar sabe que es el único trabajo por el que nadie le ha podido reconocer: «Era una paliza. Y encima yo era un crío que no paraba, así que fue complicado. Aunque para mí era un juego. A los otros niños les daba tanto miedo que salían corriendo. ‘¡Que soy Óscar!’, les gritaba para que no huyeran. Ahora, con el tiempo, veo que me sirvió para entender el sacrificio que hay que hacer para un papel, porque además de las horas de caracteriz­ación, debajo de esa máscara yo sudaba como un animal, era pleno verano, y era muy incómodo, muy desagradab­le esa sensación de tener la cara encharcada y pegada a esa careta». Ese niño tan feo se lo pasó bomba: «Yo tenía mucha, mucha energía, aunque en eso tampoco es que haya cambiado mucho, la verdad. Pero sí es cierto de que el set de rodaje era el único lugar donde yo me centraba y dejaba a mi madre en paz». Para el Óscar adulto, el cine ya no es un juego: «Es importante la presión que te pones a tí mismo, además de la dificultad de entrar y salir del personaje todo el rato, que es un trabajo mental agotador». Lo que tiene claro es que si el personaje exige estar guapo, que le saquen lo más guapo posible. Y si tiene que volver a salir feo, no hay problema: a Charlize Theron le dieron un Oscar por eso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain