Adif enciende a Granada y Almería con su propuesta de Corredor
▶ Decepción en la Junta y las provincias orientales por el proyecto ferroviario
La aspiración de Granada y Almería de sumarse al tren del Corredor Mediterráneo parece cada vez más lejana. No por la predisposición de Adif, que ya presentó su propuesta a puerta cerrada la pasada semana, sino por la posición marginal que se va dibujando que tendrá la Andalucía oriental en los planes de este ambicioso proyecto.
Ayer se reunió la Mesa del Ferrocarril en Granada tras las críticas tras la encuentro del Ministerio de Transportes y Adif con el Ayuntamiento y la Diputación granadina para tratar los avances del estudio de funcionalidad, celebrado a puerta cerrada la semana pasada y en el que apenas se dieron detalles del mismo.
Las explicaciones, a tenor de los comentarios que todas las partes implicadas, incluso la del Consistorio, dejaron un sabor amargo y, sobre todo, «frustración». La idea que Granada tiene sobre la mesa a día de hoy para incorporarse al Corredor no es más que un proyecto sin plazos, costoso y con unos posibles resultados, de sucederse en el tiempo estimado, que señalan un nuevo aislamiento ferroviario.
El Corredor Mediterráneo, de hecho, tiene como principal atractivo la existencia de una doble vía, de pasajeros y mercancías, que conectaría a través de esta nueva infraestructura el tramo Granada-Almería hasta Europa central, con los consiguientes beneficios económicos y empresariales. Nada de eso sería posible, términos de competitividad con los tiempos de recorrido que hay sobre la mesa.
El problema, además, es que Granada, con lo planteado por Adif y el Ministerio de Transportes, tendría prácticamente una remodelación de lo que ya existe. La conexión entre la provincia granadina con la almeriense seguirá contando una única vía, solo que con apartaderos. Las vías seguirán siendo además las del siglo XIX que todavía existen. Y la Alta Velocidad, seguiría teniendo todos los matices del mundo en varios de sus tramos.
La cifra de inversión, 615 millones de euros, que dobla casi las primeras pesquisas acerca del presupuesto necesario, seguiría siendo tal y como comentó el propio alcalde de Granada, el socialistas Paco Cuenca, «insatisfactoria».
En ese sentido, la posición del gobierno andaluz, representado en la reunión de la Mesa por el delegado del Gobierno de la Junta en Granada, Pablo García, fue incluso más agresiva, señalando como «decepcionante» la propuesta. El hecho de que hasta 2026 no se plantee siquiera «qué se va a hacer con Granada» supone para García, «una tomadura de pelo más», toda vez que se encomienda a la finalización del AVE almeriense la puesta en marcha del proyecto.
La perspectiva de los empresarios granadinos vuelve a ser de «preocupación», y señalan, en boca del su representante a la reunión de la Mesa, Francisco Martínez Cañavate, que el hecho de posponer la viabilidad de las obras hasta 2026 crea de nuevo una situación en la que Granada está más cerca de terminar la década sin las infraestructuras prometidas este viernes.
Además queda la variante de Loja, fundamental en la mejora de los tiempos y la competitividad granadina en materia ferroviaria, y que sigue con un ritmo de financiación por parte del Gobierno que llevaría a esta a terminar casi en 50 años a pesar de que desde este se pongan de nuevo 2026 como fecha de término.
Almería, «ninguneada»
Pero si la posición de Granada parece cada vez más periférica en lo que respecta a estas infraestructuras, la de Almería directamente vive en los márgenes. El presidente de la Diputación almeriense, Javier Aureliano García, salió denunció ayer el «ninguneo» que vienen sufriendo ante la falta de implicación y explicaciones que se le está dando a las instituciones provinciales y locales y que, al menos, sí se ha dado en Granada. «Ha llegado la hora de poner pie en pared ante tanto desprecio», afirmó.