Ni de coña fue un error
Lo que quiso simbolizar Mohamed, con el escudo boca abajo para que lo vieran sus súbditos, fue la rendición del vecino
OTRA foto para el recuerdo. La cena con la que Mohamed VI agasajó a Pedro Sánchez estaba flanqueada por una bandera de Marruecos (roja con la estrella en verde) y otra bandera de España. ¡ojo!, con el escudo constitucional boca abajo.
¿Casualidad? Ni de coña ¿Importancia? Simbólica. ¿Trascendencia? Ya veremos. ¿Respuesta? Absolutamente ninguna. Digamos que en lenguaje diplomático es una manera fina de tocarle los... modales a tu invitado. Si le preguntas a un soldado americano qué significa su bandera del revés resultará que se está rindiendo.
Y eso es exactamente lo que quiso simbolizar Mohamed VI. Un mensaje de rendición del vecino del Norte, en clave interna, dirigido a sus súbditos. Otra cosa es que aquí, inasequibles al desprecio de nuestros símbolos, nos dé lo mismo.
¿Te imaginas una reunión entre el Rey y Joe Biden con la bandera de Estados Unidos al revés? ¿O una cumbre entre Sánchez y Macron ante la bandera francesa con las tres franjas azul, blanca y roja pero al contrario?
Biden se levantaría sin más. Macron ni te cuento. Y el nuestro sigue silbando melodías.
Como durante aquel primer viaje de Rodríguez Zapatero a Rabat cuando Mohamed apareció ante un enorme mapa de su gran Magreb incluyendo para sí, en un mismo color amarillo pastel, Marruecos, el Sáhara, Ceuta, Melilla y Canarias. Con un par.
Y entonces Zapatero hizo como que no se enteró (o sí). Igual que en la noche del jueves no se enteraron (o también) ni Sánchez, ni Albares, ni el embajador de España en Marruecos.
O los independentistas catalanes que muestran y, de paso, queman los retratos del Rey boca abajo como máximo símbolo de España. Todo sea por humillar a quien consideran su enemigo, sabiendo que éste no va a hacer absolutamente nada salvo tragar y tragar humillación tras humillación.
PD: Ni un solo país del mundo desprecia sus símbolos como nosotros. Ni Estados Unidos o Malí, ni Rusia o Ucrania, ni el Reino Unido o China, ni Corea del Norte o Corea del Sur, ni Francia o Cuba.
Solo aquí nos dan igual el himno, la Corona, la Constitución y la bandera. Y Mohamed lo sabe. Por eso nos humilla.