ABC (Andalucía)

La Historia desde 1812

Para que el pueblo se engañe se requiere presentar ese engendro nacido en 1812, hoy pútrido, como un paraíso terrenal

- JUAN MANUEL DE PRADA

NOS anuncian que la asignatura de Historia en el Bachillera­to excluirá los hechos acaecidos en nuestro país antes de 1812. Y es lógico que así sea; pues es en 1812 cuando empieza a morir España y emerge ese engendro sucedáneo llamado «nación española», nacido del contractua­lismo liberal, que disolvería los vínculos cordiales entre los pueblos de España, reunidos bajo el fundente de una fe común. Pemán explica este birlibirlo­que siniestro en su obra ‘Cuando las Cortes de Cádiz’, entablando un paralelism­o entre la muerte de la protagonis­ta, Lola la Piconera, y la muerte de España: «Y que aprenda España entera / de la pobre Piconera, / cómo van el mismo centro / royendo de su madera / los enemigos de dentro, / cuando se van los de afuera. / Mientras que el pueblo se engaña / con ese engaño marcial / de la guerra y de la hazaña, / le está royendo la entraña / una traición criminal… / ¡La Lola murió del mal / del que está muriendo España!».

Este birlibirlo­que siniestro que sustituye España por el engendro de la ‘nación’ ha sido, por supuesto, un completo fracaso, como se prueba hoy, en su fase terminal y degradada del Régimen del 78. Pues lo que a partir de 1812 se implantó fue un régimen político importado de afuera (por ‘enemigos de dentro’), en todo contrario a nuestra tradición política, que arrebató a los españoles su pasión común, convirtién­dolos en un masa amorfa que terminaría precipitán­dose (tras algunas heroicas resistenci­as) en esta decadencia infame cuyas escurrajas disfrutamo­s hoy, convertido­s en colonia de potencias extranjera­s y en sentina de todos los vicios.

Evidenteme­nte, para que el pueblo se engañe mientras le están ‘royendo la entraña’ se requiere presentar ese engendro nacido en 1812, hoy pútrido y agusanado, como un paraíso terrenal; para lo que hace falta matar el juicio crítico de las nuevas generacion­es, que si llegasen a atisbar lo que fue España antes de convertirs­e en ‘nación’, podrían revolverse y renegar del destino de abyección que les han asignado. Y para ello hay que montarles una asignatura de la que desaparezc­a aquella España sostenida (aupada) por una pasión común y sólo se refiera a la ‘nación’ que se estrena en 1812 y desemboca en el Régimen del 78, con la que se pretende moldear jenízaros ‘programado­s’ que asimilen idiotament­e los paradigmas ideológico­s vigentes.

Pero no lograrán su empeño. Conseguirá­n crear una mayoría de jóvenes pasivos y bestiales, sumisos y fatalistas, de orificios oferentes, incapacita­dos para cualquier empresa común y formateado­s según los principios del Régimen. Pero habrá una minoría que no se resignará a tan abyecto destino; habrá una minoría que descubra, entre las farfollas oficiales que les enseñen, el ejemplo de unos heroicos resistente­s, poseídos por una pasión común, que en sucesivas guerras lucharon por la España moribunda a la que sus enemigos estaban royendo la entraña. Y esa minoría de jóvenes volverá a calarse la boina (roja) y enterrará esta carroña pestilente.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain