Ciclo inédito para los bancos
Los tipos de interés se han dado la vuelta muchas veces en la historia, pero nunca desde niveles tan bajos. No lo hemos vivido nunca. Esto es, precisamente, lo que en general parece que se nos escapa a los que nos dedicamos a anticipar por dónde pueden ir las cuentas de resultados del sector bancario que, por otra parte y por su peso relativo, suele señalar el camino del conjunto de la Bolsa española.
Lo que determina este cambio del ciclo de tipos es el punto de partida. Nunca la casilla de salida había sido negativa. Las expectativas sobre que los tipos transiten de negativo a positivo tiene muchas y buenas consecuencias para los resultados de los bancos.
El lado del activo es evidente: los préstamos ligados a la evolución del euríbor se apreciarán automáticamente cuando toque y eso se lo llevan los bancos. Lo que quizá no esté tan bien entendido es lo que va a pasar con el pasivo porque sencillamente no existe precedente. El hecho de que los tipos dejen de ser negativos tiene mucha más importancia por el lado de los depósitos o del dinero que tienen en cuenta los bancos de los clientes. En un primer momento, dejan de perder. Los tipos negativos les han costado hasta ahora a los bancos todo lo que no han sido capaces de repercutir a sus clientes de lo que les cobra el BCE, lo que no es poco. Y en un segundo momento, en cuanto los tipos se pongan en positivo, no se lo van a trasladar inmediatamente a los clientes. El primer punto o punto y medio de subida les entra en vena a los bancos por el lado de su pasivo.
Además, a diferencia de otros
momentos anteriores, el impacto en la morosidad va a ser poco por el punto tan extraordinariamente bajo de partida de los tipos de interés y el mayor peso relativo
últimamente de las hipotecas a tipo fijo. Son siempre las últimas añadas las que más se resienten cuando los tipos se dan la vuelta.
Lo anterior, en un entorno en el que es difícil que nadie esté positivo con un sector que los últimos años ha sido la piñata del mercado.
Quien directamente no lo odia, lo ignora por lo que la vuelta de sus cuentas de resultados va a ser probablemente de las mayores sorpresas de los próximos meses.