Todo puede empeorar
Juan Bravo ha sido la liebre para hacer creer que se ha acabado la legislatura
YA lo hemos escrito otras veces en este mismo espacio, el lema del siglo es «Todo puede empeorar». Juanma Moreno se lo ha aplicado y, por lo que pueda pasar, en las próximas semanas anunciará la fecha de las elecciones en junio. No le den más vuelta, ese es el motivo del adelanto.
El mismo Moreno admitía en el Parlamento días atrás que en diciembre tuvo la oportunidad de chutar a puerta vacía si hubiera convocado tras el rechazo del presupuesto. La excusa era tan buena que todavía sirve, mucho más que el inexistente bloqueo parlamentario, para justificar que se ha acabado la legislatura. Juan Bravo ha sido la liebre. Y ya no hay nadie rezagado, salvo Juan Marín, que es el último romántico.
El presidente no puede mantener por más tiempo que está dudando o estará abusando de la paciencia de los andaluces. Esperaba una primavera feliz, con sus fiestas recuperadas, para convocar. Buscaba la fecha entre la segunda y la cuarta semana de junio, y en eso le saltó la crisis del partido. Entonces volvió a pensar en acabar la legislatura. Coronado Feijóo, junio ha vuelto a la agenda presidencial, aunque esta primavera sea tan borrascosa. Precisamente por eso. Nadie puede apostar que en otoño, tal como está la inflación, haya mejoría. Tal como se suceden los acontecimientos, a esas alturas los extraterrestres pueden haber invadido Barbate.
El Gobierno del cambio tiene que separarse para buscar más estabilidad y no se la dan las encuestas, que ya casi no cuentan con Ciudadanos. A Moreno le preocupa que el ascenso de Vox le reste los diputados que precisa para una holgada mayoría. Para Vox –piensa– también debe valer el lema del siglo y espera que el nuevo impulso del PP rebaje las adhesiones impulsivas que en tres meses han sumado los de Abascal.
Menos le ocupa un PSOE estancado.
Juan Espadas, el moderado, ha cambiado su carta de presentación por los bastos de una campaña de trazo grueso, lanzando sospechas sin concreción que le hacen perder credibilidad. El acuerdo con los rectores le ha cortocircuitado otra polémica y hasta UGT y CC.OO firman pactos sanitarios con la Junta. El sanchismo, que otorga al lema del siglo su apogeo, le marca el guion. Hasta con los regadíos de Doñana ha tenido que asumir el mandato de Moncloa, como si el partido no tuviera pasado en Andalucía. A Espadas ese modo agresivo le pega como a Dani Rovira el papel de Robocop. El federal le va a hacer la campaña y eso sí que es para él una catástrofe. Esta semana le mandó al portavoz de la ejecutiva, Felipe Sicilia, para decir que «sueña con una Andalucía en la que no se cierren los tratos en puticlubs». Ole. Al muchacho hay que reconocerle el mérito de enmendar el lema del siglo al recordar a los andaluces que hay cosas imposibles de empeorar.
A Espadas, el acuerdo con los rectores le ha cortocircuitado otro intento de crear polémica, y hasta UGT y CC.OO. firman pactos sanitarios con la Junta