La voz de la conciencia y lo incorrecto
Gilfred Gottfried (1955-2022) Popular por doblar al loro Iago en ‘Aladdin’, eran habituales sus bromas pesadas y polémicas
Puede parece que el drama es más difícil que la comedia, pero hacer reír es un deporte de riesgo. Que se lo digan si no a Chris Rock, cuyo chiste le costó la bofetada de Will Smith y a este, que segundos antes reía en los Oscar, el ostracismo de Hollywood. Imagínense ya hacer comedia solo con la voz, sin la gestualidad del cuerpo y, aun así, trascender en el intento. Eso hizo Gilfred Gottfried con Iago, el loro de ‘Aladdin’, a quien puso voz en la versión original de las películas animadas. Su físico era histriónico, peculiar, pero todavía más lo era su voz, nasal, aguda, escandalosa.
Fue un pionero en ser cancelado por su humor crudo antes incluso de que la comedia se revisara con la lupa de lo políticamente correcto. Era Gilfred ‘Peligro’ Gottfried. Lo hizo en los ochenta en sus ‘sketches’ en el ‘Saturday Night Live’, donde su seña de identidad era su voz chillona y que nunca, o casi, cerraba los ojos. Su momento más «bajo» en el programa, reconoció, fue interpretar a un cadáver contratado para tocar música inapropiada en un funeral. También parodió a Roman Polanski.
En 2011 la empresa Aflac lo despidió por hacer «bromas inapropiadas» mientras ponía voz a otro ave, el Pato Aflac. Pero ya antes se había metido en problemas. En 2001, una semana después del atentado contra las Torres Gemelas, fue abucheado por el público durante un ‘Roast’ de Comedy Central por contar un chiste en un brindis en homenaje a Hugh Hefner, el jefe del imperio ‘Playboy’. «Espero que esto termine pronto. Mañana tengo que estar en California y no encontré ningún vuelo directo, solo uno con parada en el Empire State Building», soltó en directo. La polémica se magnificó porque fue la primera ocasión en que ‘Los Aristócratas’, una broma pesada que solían utilizar los comediantes desde la época del vodevil como muestra de su talento, se usaba en televisión. Lo dicho: el humor es un deporte de riesgo.
El resto de su carrera se mantuvo al margen pero inquieto, doblando, actuando y saltando entre el cine y la televisión.