Europa en guerra
Suscribo íntegramente el contenido del artículo del escritor (presumo que ucraniano) Yuri Andrujovich, aparecido en la Tercera de ABC el pasado día 11, en el que acusa a Occidente de complicidad en la masacre que Putin está perpetrando en Ucrania. No puede ser más cierto. La firmeza de Occidente frente a Rusia es más aparente que real. Y es que unos decadentes Estados Unidos y una desunida Europa (véase el doble juego de Alemania con el gas ruso) se han limitado a organizar una comedia aplicando sanciones económicas y enviando armas para acallar hipócritamente su conciencia, mientras que los ucranianos siguen siendo carne de cañón.
Haría falta una implicación mucho mayor para parar los pies a Putin. Pero este nos tiene bien tomada la medida (el amago de Obama en 2013 de atacar Siria que no se llevó a efecto, el clamoroso silencio ante la invasión de Ucrania en 2014…) y sabe perfectamente que no nos atreveremos a ir mucho más lejos. Me gustaría equivocarme, pero, como diría mi admirado
Luis Herrero, pincho de tortilla y caña a que, a medio plazo, Putin se sale con la suya y volvemos a comerciar con Rusia como si tal cosa. En estos momentos, me avergüenzo de ser europeo.
Solamente una precisión en cuanto al artículo del señor Andrujovich. Cuando habla, con justísima indignación, de la brutalidad de las tropas rusas, hay que recordar que en tiempos de guerra naciones que pasan por ser civilizadas han cometido barbaridades semejantes, y no precisamente en tiempos medievales: Alemania y Japón en la II Guerra Mundial, los bombardeos terroristas de ingleses y americanos sobre las ciudades alemanas (objetivos civiles, no militares) en dicha contienda, que constituyeron verdaderos crímenes de guerra, Estados Unidos en Vietnam (la masacre de My Lai en 1968 no fue un hecho excepcional)… Esto no disculpa en absoluto lo que están haciendo ahora las tropas rusas. Simplemente quiero decir que, en tiempos de guerra, el ser humano saca a la luz lo más repugnante de su naturaleza.
JAVIER MOTIS MADRID