Primer macrojuicio contra Los Castañas, los capos del hachís
► Un policía local y dos nacionales, entre los 17 acusados, se enfrentan a 11 años de cárcel
Antonio e Isco Tejón, colíderes del todopoderoso clan de narcos Los Castañas, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados. Se enfrentan a una pena de hasta 20 años de prisión y multas de cuatro millones de euros por delitos contra la salud pública, tenencia de armas y receptación de drogas.
‘Los reyes del hachís del Estrecho’ son los primeros capos de la droga en responder ante la Justicia. Están procesados junto a otros 15 integrantes del clan, entre ellos dos expolicías nacionales que además son hermanos y un policía local de La Línea de la Concepción (Cádiz), en lo que ya es el primer macrojuicio contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar.
El juicio comenzó ayer en la sección de Algeciras de la Audiencia Provincial de Cádiz. La expectación mediática era evidente y el despliegue policial, importante. Los acusados fueron llegando de forma gradual poco antes de las diez de la mañana. En un furgón policial lo hacía Antonio Tejón, que está en prisión preventiva. Isco Tejón llegaba solo y ocultando su rostro con una capucha, gafas de sol y mascarilla.
Ya en la sala de vistas, habilitada para acoger a tantos procesados con sus respectivos abogados, Antonio e Isco Tejón estaban sentados en primera fila y tras ellos el resto de los imputados. Los acusados comenzaron a ser nombrados uno a uno y entonces se comprobó que faltaba uno. Se trata de David G.M. Hechas las llamadas pertinentes se supo que el procesado tenía problemas de salud mental y la juez pidió que un médico forense emitiese un informe, tras lo que ordenó hacer un receso. Lo que iba a ser un receso de media hora o 45 minutos se convirtió en casi tres horas de tensa espera entre los acusados.
De vuelta a la sala se supo que el procesado ausente se encuentra ingresado en la unidad de Salud Mental del hospital de Jaén tras presentar problemas psiquiátricos en el centro de desintoxicación en el que se encontraba. Según el citado informe médico, David G.M. ingresó en dicho hospital el pasado día 15 por problemas de agresividad e intentos de autolesionarse, así como por una insuficiencia respiratoria que hace necesario que reciba oxigenoterapia. El médico forense certificó que su estado de salud le imposibilitaba asistir al juicio y, lo que fue determinante poco después, que serían necesarios varios meses para conocer cómo evoluciona.
La fiscal Antidroga del Campo de Gibraltar, Macarena Arroyo, pidió entonces que comenzara el juicio y que el procesado que faltaba fuera juzgado de manera separada una vez mejore. Todos los abogados de la defensa pidieron la suspensión del juicio, muchos de ellos argumentando que se le iba a juzgar por pertenencia a organización criminal y que carecía de sentido juzgarlo por separado. Algún letrado llegó a asegurar que de continuar, el juicio resultaría vacío de contenido y otro que era una barbaridad seguir.
Tras los argumentos hubo una deliberación por parte de las magistradas y saltó la sorpresa: el juicio no se suspendía. «No tenemos certeza ni fecha de la mejoría de esta persona. La situación puede prolongarse meses. Está por tanto más que motivada la continuidad. El juicio continuará el próximo viernes», aseguró la jueza. Ese día está prevista la declaración de los acusados. Muchos ya han anunciado que no lo harán.