Shanghái oficializa las tres primeras muertes por el rebrote
Después de tres semanas de restricciones derivadas en un confinamiento domiciliario de duración indefinida y casi 400.000 positivos en coronavirus, el rebrote de Shanghái –el más virulento hasta la fecha en China– registró ayer sus tres primeros fallecimientos relacionados con la pandemia. Se trata de tres nonagenarios, sin vacunar y que padecían patologías previas como cáncer o diabetes. Lo reveló Wu Qianyu, representante de la Comisión Municipal de Sanidad, asegurando que «la causa de la muerte se debe a la enfermedad subyacente». Todos integraban los 16 casos tildados de «severos».
Las autoridades no habían reportado fallecimientos hasta ahora, algo que, junto a la altísima tasa de asintomáticos –96%– ha alimentado las dudas sobre la veracidad de las cifras oficiales y sus criterios contables. Aún más cuando medios internacionales han informado de decenas de decesos, la mayoría en geriátricos. Solo el 62% de los mayores de 60 años ha completado la pauta de vacunación, y apenas el 38 ha recibido una tercera dosis. La desprotección del colectivo de los ancianos, uno de los más vulnerables, supone uno de los principales obstáculos para relajar la estrategia que mantiene al país atrapado.
En 24 horas, la ciudad detectó 22.248 casos, solo 2.417 sintomáticos. El portavoz Wu avanzó que los residentes de zonas donde se haya identificado algún contagio en la última semana deberán someterse a una prueba diaria hasta el jueves. En Shanghái ya se han procesado más de 200 millones de PCR.