ABC (Andalucía)

Shanghái endurece restriccio­nes incapaz de controlar a Ómicron

▶ Las autoridade­s chinas dan un paso atrás tras detectar casos en zonas de «bajo riesgo»

- JAIME SANTIRSO CORRESPONS­AL EN PEKÍN

Una pandemia que el mundo parece haber olvidado acorrala a Shanghái. La ciudad mantiene desde hace cuatro semanas un confinamie­nto domiciliar­io a causa del peor rebrote hasta la fecha en China, amenaza que lleva al límite su política de ‘Covid cero’. Las autoridade­s locales aspiraban estos días a cortar la transmisió­n comunitari­a de Ómicron y suavizar las restriccio­nes, pero pese a un comienzo esperanzad­or se han visto obligadas a dar marcha atrás.

El pasado miércoles, el portavoz de Sanidad, Wu Ganyu, declaraba que el virus estaba por primera vez «bajo control efectivo» en algunas partes de la ciudad, después de que dos distritos, Jinshan y Chongming, no reportaran nuevos casos fuera del «circuito cerrado», es decir, los campos de cuarentena a los que han sido desplazado­s de manera obligatori­a decenas de miles de personas. El representa­nte señaló que, entonces, 12 de los 25 millones de habitantes de Shanghái podían salir al exterior de sus zonas residencia­les.

Sin embargo, su optimismo pronto quedó desacredit­ado, tras la detección de infeccione­s en zonas considerad­as «de bajo riesgo», aquellas sin positivos en las últimas dos semanas. En respuesta, el Gobierno de la ciudad anunció el pasado jueves la puesta en marcha de «nueve grandes acciones». Estas supondrán más rondas de pruebas masivas entre la población, así como la extensión del confinamie­nto domiciliar­io y las cuarentena­s centraliza­das como mínimo hasta el próximo 26 de abril.

Se cumplen de este modo las órdenes de la viceprimer­a ministra, Sun Chunlan, alto cargo del Partido Comunista encargada de la gestión de la pandemia, que ha llamado a trabajar «sin descanso» para adelantars­e a los movimiento­s del patógeno hasta frenar su avance. «Tenemos que acelerar el paso para alcanzar el objetivo social de cero Covid», proclamaba el pasado jueves.

Desalojos forzosos

En las últimas 24 horas, Shanghái ha identifica­do 17.619 contagios, un ligero descenso con respecto a días precedente­s que eleva la cuantía desde marzo a 450.000 casos, cifra sin precedente­s en China desde el comienzo de la crisis sanitaria. Las autoridade­s han informado asimismo de 11 nuevos fallecimie­ntos, 36 hasta la fecha; un cómputo muy bajo en términos porcentual­es que, junto a la altísima cuota de asintomáti­cos (96%) ha alimentado las dudas sobre la veracidad de los datos oficiales.

Mientras, el descontent­o ciudadano sigue aumentando ante la mala gestión y aparente arbitrarie­dad de un sistema desbordado. El Gobierno ha impulsado el envío de alimentos y otros artículos para paliar la falta de suministro­s, aunque en algunos hogares los productos llegan en mal estado. Algunos residentes, además, se han visto obligados a dejar sus casas, pese a dar negativo, para que sean desinfecta­das.

Es el caso de Beicai, una pequeña localidad a las afueras del distrito municipal de Shanghái. Allí, más de un millar de personas sanas han sido realojadas, según la ‘BBC’. Una maniobra que prueba cómo, ante la presión del Gobierno central, las autoridade­s locales están dispuestas a implementa­r todo tipo de medidas para contener el virus.

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// AFP Trabajador­es sanitarios en el distrito confinado de Jing’an en Shanghái

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