El empresariado catalán pasa del miedo al ‘procés’ al temor a la irrelevancia económica
► Aragonès advierte a Sánchez de que está «dinamitando» el diálogo por Pegasus
Con el ‘procés’ en fase de hibernación, la preocupación del empresariado catalán ha virado del temor a la inestabilidad política al miedo al estancamiento económico. Así lo transmitió con claridad ayer el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, durante la jornada inaugural de las jornadas anuales de la entidad, que tradicionalmente abre el presidente de la Generalitat y que ha servido, al menos en los últimos años, para que el influyente ‘lobby’ económico transmitiese a los sucesivos ‘presidents’ una demanda clara de consenso y estabilidad política.
Los repasos en su momento a Carles Puigdemont y Quim Torra en las jornadas inaugurales fueron antológicas, algo que este miércoles, en la apertura de las jornadas de 2022, y en presencia de Pere Aragonès, también se produjo, pero no tanto en clave política como en clave económica. El ‘procés’ es ya casi una pesadilla lejana, y lo que inquieta ahora al empresariado es la parálisis y la falta de competitividad de una comunidad que ve como en otras regiones se crece más rápido y con mayor dinamismo.
Sin dejar de reclamar seguridad jurídica y estabilidad política, el Círculo fue contundente en reclamar a la Generalitat que abandone la «política del no» o cualquier tentación de hacer «apología del decrecimiento», algo que tanto se dirigía a Aragonès como a la alcaldesa de Barcelona presente en la sala y que intervino a continuación. La misma reclamación, idéntica, que trasladaba el pasado lunes el presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, durante la asamblea de la histórica patronal.
La advertencia del Círculo sonó rotunda, y en la platea, de inmediato, se pensó en el bloqueo del aeropuerto de Barcelona, un muro levantado por ERC y los comunes con el pretexto de la protección medioambiental y que llevó al Gobierno a aparcar un proyecto de ampliación del aeródromo, que para el Círculo es imprescindible para garantizar el crecimiento económico y las oportunidades de Cataluña. Faus fue rotundo al reclamar a Aragonès un cambio de posición que permita recuperar el proyecto. En los corrillos que se formaron en los pasillos, la posición de los empresarios es unánime,
«Dinamitar» el diálogo
Por su parte, Aragonès, que centró su intervención en los asuntos económicos, defendió que hay que alejarse de «discursos derrotistas», pues «hay que creer en el potencial que tiene la economía catalana», no dejó pasar la oportunidad para enviar, también, un mensaje a Pedro Sánchez. El ‘president’ advirtió a Sánchez de que está «dinamitando la vía del diálogo» por el caso Pegasus y apuntó que «la estabilidad parlamentaria se ha de cuidar», y no se ha hecho, en su opinión.