El presidente croata amenaza con vetar la ampliación de la OTAN
Von der Leyen plantea más sanciones a Putin que incluyen prohibir importar petróleo ruso
Hace tiempo que se venía especulando sobre la posibilidad de que el régimen ruso incrementase sus presiones contra la UE a base de excitar las tensiones nacionalistas en los Balcanes. Lo que nadie se imaginó es que sería el presidente de la República de Croacia, el socialista Zoran Milanovic, el que osaría introducir el espinoso debate político de Bosnia-Herzegovina en el proceso de aproximación de Suecia y Finlandia a la OTAN. Su abrupta amenaza de vetar la entrada de estos dos países en la Alianza si en la vecina Bosnia no se aprueba una reforma de la ley electoral ha sido considerada como inoportuna e inconveniente, sobre todo por el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, que ha desafiado al presidente Milanovic a sostener esta posición cuando esté sentado en la cumbre de la OTAN en Madrid ante los dirigentes de los demás países.
En Croacia tanto el Gobierno como la mayoría parlamentaria apoyan claramente el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN y así se lo han indicado ayer mismo al Gobierno de Helsinki, que se puso en contacto con Zagreb en cuanto se conocieron las declaraciones de Milanovic. Sin embargo, la entrada de un país en la OTAN debe ser ratificada por todos los países miembros y en el difuso orden constitucional croata no está claro si la política exterior es cosa del presidente de la República, que habitualmente asiste a las cumbres de la OTAN por su calidad de jefe de las Fuerzas Armadas, o del primer ministro, que es el que representa a Croacia en las reuniones del Consejo Europeo. En cualquier caso, la decisión final debe adoptarla el Parlamento en el que actualmente hay una mayoría clara que apoya la política de puertas abiertas de la OTAN.
Sin embargo, Milanovic ha dicho en una entrevista en la televisión que a su juicio el Parlamento «no debe ratificar la adhesión de nadie a la OTAN» hasta que «se resuelva el tema de la ley electoral en Bosnia, hasta que los estadounidenses, los ingleses, los alemanes, si pueden y quieren, obliguen a los bosnios a cambiar la ley electoral en los próximos seis meses y dar a los croatas [la minoría croata de Bosnia] sus derechos fundamentales».
Vetos cruzados
No sería la primera vez que se produce un veto al ingreso de un país en la OTAN. Grecia lo mantuvo durante años a causa del nombre oficial de Macedonia del Norte. También Croacia fue víctima de uno de estos chantajes entrecruzados cuando su vecina Eslovenia vetó por un tiempo su entrada en la UE a causa de una disputa sobre sus fronteras marítimas. Sin embargo, en estos momentos de verdadera emergencia a causa de la invasión de Rusia de Ucrania la posición de Milanovic corre el riesgo de no ser comprendida por los demás aliados.
Las declaraciones del presidente croata se han conocido el mismo día que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha desvelado algunos aspectos del nuevo paquete de sanciones contra Rusia en el que figura la «prohibición ordenada» de la compra de petróleo y productos refinados procedentes de Rusia, de forma que los países más dependientes como Hungría y Eslovaquia puedan tener más tiempo para prepararse antes de dar este paso. La presidenta intervino ayer por la mañana en un debate parlamentario en el pleno de la Eurocámara sobre las consecuencias de la guerra de Ucrania y explicó que «en el último paquete de sanciones, comenzamos con el carbón. Ahora estamos proponiendo abordar nuestra dependencia del petróleo ruso» y será «una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso, por mar y por oleoducto, tanto crudo como refinado». Von der Leyen es consciente de que «no será fácil» porque «algunos Estados miembros son fuertemente dependiente del petróleo ruso», y por ello también prevé que esta medida se aplique «de manera ordenada para asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales». En principio, el embargo se aplicaría con la idea de que se haya suspendido esta vía de suministro energético «a final de año».