Ocho muertos por la explosión y derrumbe de un hotel en La Habana
► El presidente DíazCanel negó ayer que se tratara de un atentado, sino de un accidente
A las once de la mañana de ayer una explosión, que se escuchó en toda la ciudad de La Habana, provocó el posterior derrumbe del hotel Saratoga, situado frente al Capitolio Nacional, sede del Parlamento cubano. El director provincial de Salud, Emilio Delgado Iznaga, confirmaba horas después, en su cuenta de Twitter, la muerte de ocho personas y una treintena de heridos, a los que había que sumar 13 desaparecidos.
«Sonó como una bomba», explicaba el activista de derechos humanos Ángel Cuza, mientras transmitía en directo desde el lugar del suceso. Poco después, cientos de personas comenzaron a concentrarse en el lugar, y a continuación el acceso a internet fue cortado en toda la zona. En la calle se hablaba de un posible atentado, que el propio presidente Díaz-Canel desmintió tras personarse en el lugar: «No ha sido una bomba ni un atentado, es un lamentable accidente», aseguró el mandatario. Pero la isla estaba en alerta. Según fuentes consultadas por ABC, fueron activados todos los protocolos de seguridad, en tierra, mar, aire y aeropuertos.
La explosión causó el derrumbe de gran parte de la edificación y afectó a algunas aledañas, entre ellas la sede de la Asociación Yoruba de Cuba y una escuela cuyos niños fueron evacuados. Alexis Acosta Silva, intendente de La Habana Vieja, explicó que ningún niño sufrió daños, poco después el sitio web oficial de la Presidencia Cubana publicó una foto de Miguel Díaz-Canel junto a un niño hospitalizado en el Hospital Hermanos Ameijeiras, cerca del lugar, cuyo rostro tenía vendas; el medio oficialista ‘Cubadebate’ también informó de que los menores de edad estaban siendo trasladados a hospitales pediátricos.
Según la versión oficial, se presume que el incidente ocurrió tras el traslado de gas licuado desde un camión. Al cierre de esta edición, todavía se llevaban a cabo acciones de rescate y salvamento, y los expertos de criminalística estaban trabajando sobre los cadáveres.
Cerrado al público
La tragedia podía haber sido peor, pero la fortuna hizo que en la actualidad el establecimiento hotelero no recibiera turismo en estos momentos. Se presume que estaba en medio de los preparativos para la reapertura.
El lujoso hotel Saratoga es uno de los más emblemáticos y antiguos de La Habana Vieja, símbolo la política turística del régimen cubano, su principal fuente de ingreso de divisas. Su construcción comenzó cuando la isla todavía era una colonia española y, hasta la revolución castrista de 1959, permaneció siendo un hotel clásico del centro de la ciudad de La Habana, para muchos el mejor de la zona por sus restaurantes y sus orquestas. Debido a que en sus primeros años la dictadura no estaba interesada ni en el turismo ni en la movilidad de los cubanos, el hotel fue convertido en apartamentos para alojar a familias de campesinos recién llegados a la capital, con infinitas subdivisiones para organizar de mala manera la convivencia de numerosos inquilinos. De este modo, el viejo hotel se fue deteriorando hasta que resultó insalubre y fue, sencillamente, abandonado.
Fue reconstruido casi totalmente e inaugurado en 2001 como parte de la política gubernamental para atraer turismo y, con ello, lograr salir de la aguda crisis económica que afectó a la isla tras la caída del campo socialista, a fines de la década de 1990. No obstante, de esta reconstrucción solo se conservó la fachada modernista.
Desde entonces, ha acogido a reconocidos artistas, sobre todo durante el deshielo promovido durante la Administración Obama, entre ellos, a las cantes Beyoncé y Madonna.
El incidente se produce justo cuando en la ciudad de Varadero se está celebrando la Feria Internacional de Turismo, principal evento de promoción, y en medio de una nueva crisis económica en Cuba, en la que la cúpula, como forma de aliviar la situación, apuesta desesperadamente por la entrada de turistas, vendiendo un supuesto «turismo seguro».