Ministro galbana
Desde el 18 de abril, La Moncloa solo ha anunciado un acto de Alberto Garzón. No, no le van a dar el premio Stajanov, al trabajador del año
Tarde llega Errejón con lo de «trabajar menos para vivir mejor»; Garzón lleva toda la legislatura bordando el lema
Hace una semana, Más País, esa herejía que fundó Errejón cuando en Vistalegre II le dijeron que cerrara la puerta por fuera, celebró el 1 de Mayo tras una pancarta que apostaba por «trabajar menos para vivir mejor». La fórmula no resulta una novedad en el sector de ‘progreso’ pues en el propio Gobierno de Sánchez hay casos paradigmáticos que predican con el ejemplo. Hasta hace un año, era el ministro Castells, ese ideológo ultraizquierdista que tiene más patrimonio que el Rey de España, el que hizo de esa costumbre tan española de la siesta lo más notable de su estancia en el Gobierno. No se recordaba en La Moncloa una galbana laboral similar a la del ministro de Universidades, que batió todos los récord de inacción conocidos hasta la fecha. Salió Castells del Ejecutivo pero quedó dentro Alberto Garzón, al que parece que las tormentas políticas que ha venido provocando le han aconsejado una hibernación política que casi convierten a aquel desidioso Castells en un trasunto del minero Alexei Stajavov, al que el Kremlin nombró Héroe del Trabajo Socialista en 1970 «por ser ejemplo de sacrificio personal dedicado al progreso del país».
Echemos un vistazo a la estajanovista agenda oficial de actividades de los ministros que distribuye Moncloa. Estas son las menciones que hace el Gobierno a la actividad de Garzón al frente del Ministerio de Consumo desde el fin de las vacaciones de Semana Santa:
Lunes 18 de abril, nada. Martes, 19 de abril, nada. Miércoles, 20 de abril, nada. Jueves, 21 de abril, nada. Viernes, 22 de abril, nada. Lunes, 25 de abril, nada. Martes, 26 de abril, nada. Miércoles, 27 de abril, ¡albricias! «el ministro de Consumo preside, en la sede del Ministerio, la firma del protocolo con la Asociación de Fabricantes de Juguetes y Autocontrol para fomentar la autorregulación, impulsar la igualdad y eliminar los estereotipos de género en la publicidad de juguetes dirigida a menores». Jueves, 28 de abril, nada. Viernes, 29 de abril, nada. Lunes, 2 de mayo, nada. Martes, 3 de mayo, nada. Miércoles, 4 de mayo, nada. Jueves, 5 de mayo, nada. Viernes, 6 de mayo, nada. Es decir, en la agenda de La Moncloa, solo una reunión con jugueteros en 23 días.
Pero seamos justos, aunque no estuviera agendado sabemos por testimonios gráficos que el pasado miércoles estuvo en un desayuno de la vicepresidenta segunda, quizá porque el desayuno es la comida más importante del día, y que anteayer se fue a la Feria de Sevilla, de caseta progresista en caseta progresista, eso sí. Un trabajo muy esforzado, casi desagradable pues incluyó la ingesta de ibéricos, para lo que tuvo que saltarse su cruzada contra el consumo de carne demostrando que su sacrificio por el bienestar de los españoles incluye dejarse la piel a tiras... de jamón del bueno.
Y también estuvo, claro, el 1 de Mayo en la manifestación del Día del Trabajo en la que seguramente a Garzón, que gana 6.238 euros al mes, le entró la risa floja cuando vio la pancarta de Errejón reivindicando eso de que hay que «trabajar menos, para vivir mejor».