«Ganar al populismo es resolver los problemas que plantea»
—Pacto: ¿logro o renuncia?
—La democracia es pacto. No puedo entender la diversidad sin buscar el terreno de la coincidencia.
—Felipe González dice que preferimos ser nietos de los que hicieron la Guerra que hijos de los que hicieron la Transición.
—Felipe tiene razón. Ha sido un fracaso colectivo, del que yo también soy culpable. No hemos sabido explicar el cambio espectacular que España logró hacer gracias a la Transición. Hay una incomprensión general respecto de lo que aquello representó. Yo le puedo decir que estoy muy orgulloso de mi modesta participación.
—Le llaman el candado del 78.
—Lo más grave es esta inseguridad que ahora sienten muchos españoles ante los grandes retos. El reto infinito que la Transición significaba, y la brillantez con que el pueblo español fue capaz de resolverlo, nos tendría que animar en las horas inciertas. Nos tendría que servir para tomar impulso. Pero todo lo contrario, muchos lo viven como un fracaso. Como un candado. Entiendo que la gente cada vez quiera más y diferente. Pero tendríamos que ser conscientes de nuestros méritos, y entender cómo fuimos capaces de merecerlos.
—La vieja política –ERC, PNV y PSOE– ganaron el pasado ciclo electoral con la nueva política –Podemos y Cs– francamente a la baja.
—Los grandes partidos se saben adaptar. Los partidos políticos son muy importantes y es importante que estén bien asentados en la sociedad, para vehicular la vocación y los anhelos políticos de los ciudadanos. Tenemos el mal ejemplo de Francia. No se puede considerar positiva la desaparición de los grandes partidos.
—CiU se autodestruyó.
—Históricamente Cataluña tuvo siempre la vocación de modernizar España. Esta ha sido la razón de ser de los grandes partidos catalanistas.
—Ahora es insultarla.
—Salvador, yo ahora soy abogado. Te hablo por lo tanto de lo que yo aporté cuando me dedicaba a la política.
—En el único palco que compartieron como presidentes, Florentino le dijo a Puigdemont: «Tú y yo votamos lo mismo en el 86». Usted también.
—Lo que no recuerdo es quién ganó aquel partido.
—El Partido Reformista Democrático fue su apuesta centrista para España, pero fuera de Cataluña no obtuvo ni un solo diputado. ¿Por qué?
—Ahora mismo ni lo sé ni me interesa. Lo que sí sé es que si hubiera prosperado ahora tendríamos una herramienta útil contra la tremenda polarización política que todo lo hace más difícil en España.
—Pactos de La Moncloa, la Constitución. Todos cedieron. ¿Ceder en política deja un cierto resquemor?
—No. Seguro que no. Mi gran objetivo, y mi gran obligación, fue crear bases estables que aseguraran un marco de convivencia.
—Ahora esto se considera enjuaguismo relativista y débil.
—No lo es. En absoluto. Te lo contesto con una pregunta. ¿Qué es Europa? El espacio de libertad y paz más importante que ha conocido la historia de la humanidad. Europa son estos insólito años de paz y libertad desde la Segunda Guerra Mundial. Entonces,
como te decía antes, a mí ceder no me quema por dentro. De ninguna manera. Lo que me quema es que este espacio se vea amenazado, como con la guerra de Ucrania, justo en nuestra frontera.
—Yo le vi almorzar con el Rey Juan Carlos en Semon. Cuando el Rey entraba, todo el mundo se levantaba.
—Antes nos levantábamos más, es cierto. Había más respeto.
—En Via Veneto las cartas de las señoras no tenían precio.
—Que las señoras paguen si quieren.
—La democracia es sobre todo una cuestión formal. Hay una cortesía.
—Cuando no aceptamos el contenido formal de la democracia es dramático, porque empezamos a buscar su sustitución de fondo.
—Extrema derecha. ¿Existe?
—No me preocupa el nombre, ni siquiera cómo hacerle frente. Ganar al populismo resolver los problemas que plantea. Si no analizamos por qué este tipo de partidos logran tan buenos resultados, no seremos capaces de avanzar. Enfrentarse a ellos no es decir basta o crear un cinturón sanitario sino analizar las causas. Hitler fue un dictador feroz pero el problema es cómo consiguió el silencio y la complicidad de la sociedad alemana. Lo importante de los problemas son las causas, no su apariencia.