El siglo XIX contra el siglo XXI
En los aniversarios del 9 de mayo contrastan dos visiones antagónicas de cómo debe ser Europa
Tanto Estados Unidos como sus aliados en Europa celebran el 8 de mayo como el Día de la Victoria en Europa. Es decir, la entrada en vigor de la rendición incondicional de la Alemania nazi aceptada la víspera por el general Eisenhower en su cuartel general de Reims. La megalomanía de Stalin, apalancada en el ingente sacrificio humano soportado por la Unión Soviética, llevó a exigir que los derrotados alemanes firmaran el 9 de mayo un documento de rendición por separado en Berlín.
Vladímir Putin ha venido utilizando la celebración anual del 9 de mayo de 1945 como escaparate de sus ambiciones. El desfile militar en la Plaza Roja de Moscú y la marcha del Régimen Inmortal orquestada por el Kremlin ha terminado por convertirse en el triunfo de la voluntad del putinismo. Un espectáculo destinado a cimentar la constante militarización de la sociedad rusa, ensalzar la nostalgia imperial, reforzar el relato de un bastión moral luchando a solas contra el fascismo y contrastar el espíritu guerrero y reaccionario de los eslavos con la supuesta decadencia moral de Occidente.
El 9 de mayo pero de 1950 también es celebrado como el Día de Europa. Fecha en la que Robert Schuman propuso fusionar las producciones francoalemanas de acero y carbón. Su lógica era empezar precisamente por las materias primas de la guerra en la frontera más sangrienta del Viejo Continente. Aquel afán por imposibilitar sus recurrentes intentos de suicidio ha germinado en una Europa sin fronteras y con una moneda única, con 27 miembros, 450 millones de ciudadanos y una economía que supera los 12 billones de euros.
En virtud de todo este ‘overbooking’ histórico, el 9 de mayo representa dos visiones antagónicas de cómo debe ser Europa. Para la Rusia de Putin, la guerra se glorifica para cambiar la realidad geoestratégica a favor de Moscú. Para la Unión Europea, el 9 de mayo recuerda el imperativo de la paz. Por eso, en la batalla de Ucrania se enfrentan el siglo XIX contra el siglo XXI.