Correos afronta su ‘refundación’ convertida en un polvorín
▶ Una huelga de tres días, las pérdidas y las dudas por la gestión, lastran el giro ideado por Serrano
El plan pilotado desde la dirección de Correos, bajo el mando del que fuera jefe de gabinete de Pedro Sánchez en el PSOE Juan Manuel Serrano, para dejar de ser la empresa que hace llegar las cartas a los ciudadanos y convertirse en un operador logístico integral de implantación global, va camino de acabar como el rosario de la aurora.
Después de casi tres años de guerra abierta entre el equipo de Serrano y los sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO., que ni siquiera dos mediadores curtidos en mil batallas como los exministros de Trabajo Valeriano Gómez y Manuel Pimentel han sido capaces de reconducir, la empresa vivirá los próximos días 1, 2 y 3 de junio tres jornadas de huelga, que lejos de ser un punto de llegada en la escalada del conflicto amenazan con convertirse en el inicio de una fase aún más dura.
La convocatoria de huelga de los sindicatos que representan a tres de cada cuatro trabajadores de Correos es una enmienda a la totalidad a la gestión «caótica» e «incapaz» de Juan Manuel Serrano, al que culpan del «desmoronamiento económico, laboral y de servicio público» de la compañía y al que acusan de llevar a cabo un desguace calculado para sentar la bases de la privatización de la empresa.
«La gestión de Serrano ha colocado a Correos en una situación de riesgo laboral y económico que puede ser irreversible», aseguran desde UGT y CC.OO. «Su estrategia, a tenor de los resultados obtenidos, se ha demostrado equivocada. Se han perdido más de 10.000 empleos y los nuevos productos no han aportado valor alguno. Resulta incomprensible la dejación del Gobierno y la SEPI», concluyen.
Frente político
Las turbulencias internas en Correos han pasado desapercibidas en la escena política hasta hace unas semanas. Coincidiendo con la llegada a la presidencia del PP de Alberto Núñez Feijóo, que fue presidente de Correos entre 2001 y 2003, el principal partido de la oposición ha elevado el debate en torno a la gestión del que fuera jefe de gabinete de Pedro Sánchez hasta el Congreso de los Diputados.
Allí han interpelado a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, por las millonarias pérdidas de Correos, por la falta de transparencia sobre su información económica y financiera o por su errática política de personal, que acumula tres directores tecnológicos, otros tantos directores comerciales y tres responsables de recursos humanos en menos de cuatro años y que ha generado una rotación de directivos insólita en la compañía.
En el objetivo, también, los pasos de Correos hacia su diversificación, que se han traducido en un puñado de iniciativas de gran bombo mediático, como el lanzamiento de una compañía de transporte aéreo de mercancías (Correos Cargo), la creación de un ‘market place’ tipo Amazon para distribuir productos de la España vacía o las dos primeras adquisiciones corporativas internacionales de su historia (en Portugal y en China), cuyo impacto sobre el balance de Correos ha sido hasta la fecha intrascendente y no ha impedido que se hayan acumulado más de 350 millones de pérdidas en los últimos dos ejercicios.
Números rojos, además, que se han disparado en un contexto de crecimiento del negocio de la paquetería, supuestamente una de las apuestas de futuro de la compañía, cuya facturación sin embargo experimentó un retroceso del 40% en el primer trimestre de 2022, según fuentes sindicales.
Fuentes de Correos rechazan de plano que exista un plan oculto para privatizar la compañía y recuerdan que ha tenido que lidiar con el desplome del negocio postal tradicional, con la peor pandemia en un siglo y con una guerra que ha disparado la factura energética. También que ha tenido que absorber el coste de sanciones impuestas por la Comisión Europea y la CNMC por prácticas irregulares que tuvieron lugar con otros equipos directivos.
«Respecto a la diversificación, la internacionalización de la compañía es una de las estrategias clave del proceso de transformación de Correos y su camino para convertirse en un operador logístico global», aseguran.
Frente judicial
Un camino que se anuncia tortuoso. Correos aún lidia con un puñado de causas ante diferentes instancias judiciales españolas y europeas por presuntas prácticas contrarias a la competencia que le pueden suponer un serio quebranto económico. La más relevante, la impulsada por Unipost, su principal competidor, ya desaparecido, cuya administración concursal le exige 300 millones por los daños causados por estas prácticas.
Correos se enfrenta a un puñado de procesos judiciales que le pueden suponer un quebranto económico millonario