El teléfono 024 será clave en los 90 minutos en los que una persona decide quitarse la vida

▶ En funcionamiento desde hoy, es gratuito, no deja rastro y sirve también para atender a allegados

Cada día, hasta 11 personas se quitan la vida en España, una pequeña proporción comparada con las alrededor de 200 que lo intentan pero no lo consiguen, pero la tasa sigue siendo muy elevada: es la primera causa de muerte entre jóvenes y también la primera de fallecimiento por causas no naturales entre los mayores. Los 90 minutos que transcurren desde que una persona piensa en suicidarse hasta que finalmente materializa la idea de quitarse la vida son clave para que los equipos de emergencias puedan evitar la tragedia. Es ahí donde, tras alcanzar el máximo de suicidios en 2020 con la pandemia, el Gobierno toma ahora cartas en el asunto con el lanzamiento del teléfono 024 contra el suicidio, que quiere ayudar a todas esas personas con ideas suicidas pero también a sus familiares y allegados cuando sospechen que alguien está pasándolo mal y pueda tener este tipo de pensamientos.

Gestionado por Cruz Roja, el teléfono 024 funciona desde hoy las 24 horas del día los 365 días del año y además de ser gratuito, su uso no deja rastro en la factura. Al otro lado del auricular serán psicólogos y personal de emergencias los que gestionen las llamadas, encargándose de evaluar el riesgo y, en su caso, de activar los servicios de emergencia. En el nivel de alerta «muy alto» o cuando se detecte un suicidio en curso, según explicó ayer la subdirectora del área de Conocimiento de Salud de Cruz Roja, Fátima Cabello, durante la presentación del teléfono, se activará una alerta a los servicios de emergencia para evitar que se consume.

Dejar de sufrir

Esta es la primera línea de actuación del Plan de Acción de Salud Mental dotado con 100 millones de euros que se presentará mañana en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, según anunció la propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante el acto celebrado en el Jardín Botánico de Madrid. «Cuando una persona tenga una tentación de conducta suicida va a encontrar al otro lado del teléfono a un experto que va a evaluar la situación, valorar el riesgo y activar en caso necesario los servicios de emergencia de cada comunidad autónoma para ir en ayuda de esa persona», explicó la responsable del ramo. «Este teléfono quiere ser una llamada a la vida, a la esperanza. Para aquellas personas cuyo sufrimiento les está llevando al límite de su fuerza», aseveró la ministra.

«Después de un suicidio, los supervivientes [los familiares, el entorno] quedamos destrozados, solos y estigmatizados, además con un duelo atroz que no sabemos gestionar. Todas las instituciones tienen que tomar conciencia, para que las familias que no sepan cómo abordar una conducta suicida puedan recibir apoyo al otro lado, que les oriente y no se queden solas delante de la tragedia», explicó Dolors López, cuya hija se suicidó, y recordó que quien piensa en suicidarse no es que quiera morir sino «dejar de sufrir» y que el suicidio «se puede prevenir».

Gestionado por Cruz Roja, al otro lado del 024 trabajarán los 365 días del año psicólogos y personal de emergencias especializado

«El objetivo es ayudar a la prevención de la conducta suicida, que es una amenaza silenciada desde hace mucho tiempo y que se ha visto exacerbada por la pandemia. Tras lo urgente, siempre lo importante», agregó la ministra Carolina Darias.

La puesta en marcha de una línea como esta era una reivindicación histórica tanto de profesionales especializados en conductas suicidas como de familiares de personas que se han quitado o han intentado quitarse la vida. Hasta ahora, los teléfonos de atención telefónica de este tipo estaban en manos de asociaciones de voluntarios, las que han ayudado en los últimos años a contener el número de suicidios en nuestro país. Recientemente, la Fundación Anar presentaba las conclusiones sobre su línea de atención telefónica a jóvenes: en 2021 atendió a 4.542 menores de edad por ideación suicida, autolesiones o intento de suicidio. En esta institución, las peticiones de ayuda se han multiplicado por 18,8 en la última década.