Cultura impone la ley del silencio para sortear la crisis de los museos estatales
El director general de Bellas Artes rechaza explicar cómo pretende solucionar los cierres por falta de personal
Cerrojazo informativo y patada a seguir. Así es como Cultura pretende regatear la crisis abierta en el seno del ministerio por los cierres que los museos estatales llevan sufriendo desde hace más de un año por falta de personal. Ni esta situación, que afecta a centros tan importantes como el Museo Arqueológico Nacional (MAN) o el Museo Sorolla, ni los cientos de quejas registradas en el primer trimestre por parte de ciudadanos que no pudieron completar sus visitas con normalidad, son motivos suficientes para que el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Isaac Sastre, atendiera a la llamada de este diario.
Miriam Lorenzo, jefa de prensa del departamento que dirige Miquel Iceta, respondió ayer que «no hay novedades» respecto a la información proporcionada la semana pasada, que es la misma ofrecida hace más de un mes. Esto es, que los cierres se deben a la entrada en vigor del IV Convenio Único del personal laboral, cuya aplicación ha generado «una reducción de las plazas necesarias para poder ofrecer el servicio al público con normalidad». Cultura asegura que «se trabaja activamente para buscar soluciones con el Ministerio de Función Pública y poner en marcha mecanismos que permitan paliar la situación», pero en la última Comisión Paritaria celebrada el Gobierno prefirió no tratar el tema, pese a que los sindicatos han planteado posibles soluciones.
Rectificación del Sorolla
ABC intentó ayer contactar también con los responsables de los dieciséis museos estatales –«nuestros museos», según el Ejecutivo–, pero solo uno de ellos, el de Antropología, accedió a explicar cómo está gestionando la carestía de medios. El resto declinaron ofrecer explicaciones o ni siquiera respondieron a las llamadas y correos de este diario. Otros se remitieron al departamento de prensa del Ministerio de Cultura, que como respuesta a las solicitudes de entrevista volvió a decir que «no hay novedades respecto a la información» proporcionada. «En cuanto haya algo más que contar, os decimos».
La consecuencia es que los visitantes del Museo Sorolla, que ha registrado más de doscientas quejas por el cierre de una exposición temporal en el turno de mañana porque no hay vigilantes
Dependencias del Museo Arqueológico Nacional, que tiene varias salas cerradas
suficientes, seguirán sin conocer las explicaciones de su director, Enrique Varela. En un primer momento, este responsable se mostró en una conversación telefónica dispuesto a ser entrevistado, pero minutos después la responsable de prensa de Cultura canceló la entrevista porque, «como has visto, tiene varias reuniones agendadas».
Otro de los museos afectados por la falta de taquilleros y vigilantes es el MAN, el más visitado de los museos estatales. Aquí están clausuradas las secciones de Reinos Cristianos y Edad Moderna de la segunda planta y la exposición ‘La moneda, algo más que dinero’, instalada en el entresuelo. Andrés Carretero es su director. La respuesta de
su gabinete de prensa: «Sentimos decirte que declinamos la solicitud de entrevista». El Museo del Romanticismo, también en Madrid, tiene cerradas trece de sus veintiséis salas porque cuenta en plantilla con la mitad de los vigilantes que debería tener. Su directora, Carolina Miguel, tampoco respondió a las preguntas enviadas por ABC.
Otra ventanilla
Desde los museos Cerralbo, América y Cerámica, por su parte, se remitieron a la ventanilla del Gobierno: «Para tratar este tema puede ponerse en contacto con el gabinete de prensa del Ministerio de Cultura». Quien sí devolvió la llamada de ABC fue Fernando Sáez
Lara, quien explicó lo obvio: que como director del Museo Nacional de Antropología no tiene autonomía para dotarse de recursos humanos, competencia del ministerio, y que con los medios que tiene trata de ofrecer el mejor servicio al público. «Al ser un museo pequeño, nos afecta menos que a los grandes. En el turno de mañana sí que hemos tenido que cerrar algunos días las salas de exposiciones temporales. La cosa viene del goteo de jubilaciones y traslados. Poco a poco se han ido reduciendo las plantillas y se bloquean los mecanismos para reponer. Como todos, estamos a la espera de que salgan las plazas y se resuelvan los encuadramientos».