Kevin Kuhnert, el político alemán que no encuentra piso en Berlín
▶ El diputado, que agitó las redes sociales a favor de un límite al precio del alquiler, sufre ahora las consecuencias de su campaña. Con 10.000 euros de sueldo, no halla una vivienda, pero el problema no es el dinero sino la falta de oferta
Kevin Kuhnert era hasta septiembre el combativo líder de las Juventudes Socialdemócratas. Durante años ha luchado por llevar el partido más a la izquierda y en Berlín agitó cuanto pudo las redes sociales a favor de un límite al precio del alquiler, una medida populista que terminó tumbando el Constitucional pero que ha dejado innegables cicatrices en el mercado de la vivienda. Hábil estratega y agresivo orador, se convirtió en el mayor foco de oposición interna a su propio partido durante las grandes coaliciones con Merkel, hasta forzar la sustitución de la histórica directiva por su grupo de afines.
Aspiraba incluso al puesto de candidato electoral, pero las encuestas se empeñaban en dar la victoria a los cristianodemócratas a pocos meses de las elecciones y prefirió finalmente evitar la derrota a la espera de tiempos demoscópicos mejores. Ocupó el primer lugar de la lista del SPD por Berlín y, antes incluso de sentarse en el Bundestag, comenzó a buscar un alojamiento en la capital alemana más acorde a su nuevo estatus. Pero fue ahí donde se encontró con las consecuencias de su propia política.
El límite a los precios del alquiler ha reducido hasta un 40% la oferta de vivienda en alquiler en la capital alemana. «He estado buscando apartamento durante más de un año y no encuentro», lloriquea ahora en el podcast ‘Berliner & Pfannkuchen’. Reconoce que es un alivio el hecho de «no tener la presión» de verse obligado a abandonar su viejo piso, un privilegio del que no disfrutan los recién llegados a la ciudad, que lo tienen bastante más difícil. «La búsqueda se me hace un trabajo menos que alegre», lamenta. En su favor hay que aclarar que no busca un chalé en Galapagar, sino un relativamente modesto piso de unos cien metros cuadrados en el centro. «Como miembro del Bundestag, no ganas mal del todo, pero lo que falla no es el dinero, mi búsqueda fracasa por la falta de oferta», explica, en alusión a los ingresos mensuales de 10.012,89 euros que le proporciona su actividad parlamentaria. Podría permitirse perfectamente un piso si los hubiera en alquiler.
La incertidumbre legal impulsa a los propietarios a sacar viviendas del mercado o alquilarlas en negro, de manera que los aspirantes pasan una media de dos años buscando piso y la inmensa mayoría de ellos termina en el extrarradio. Y aunque su estrategia para el Partido Socialdemócrata Alemán consiste básicamente en arrastrarlo a la extrema izquierda, en el fondo sabe que donde se vive mejor es en el centro. En su infructuosa búsqueda, se ha encontrado con los nuevos trucos ideados por los propietarios que todavía alquilan para saltarse el límite del alquiler, como amueblar los pisos, que tradicionalmente se alquilaban vacíos en Berlín. Eso permite elevar el alquiler, de manera que los precios, insurrectos, siguen sujetos a la ley de la oferta y la demanda. El SPD y sus socios siguen amenazando con meterlos en vereda y hay en marcha una campaña de expropiaciones que seguramente tumbe también el Constitucional, si es que antes no se impone una realidad acuciante: la guerra. Lo último que ha dicho Kevin Kuhnert al respecto es que «hay que evitar reacciones en cadena incalculables». Como con los pisos, cabría añadir. Aunque incluso él ha reconocido que si los rusos ponen un pie en Polonia, «el Ejército alemán lucharía en suelo polaco».
Oferta reducida
La incertidumbre legal impulsa a los propietarios a sacar viviendas del mercado