«Rusia es un viejo enemigo, no le tenemos miedo»
En Málaga vive la mayor colonia de fineses en España. Desde allí ven con preocupación las amenazas rusas, mientras que en su propio país las perciben como parte de su historia
Finlandia rompió ayer su neutralidad histórica. El país escandinavo ha pedido integrase en la OTAN, una postura que sorprende a los finlandeses de la Costa del Sol, que ven cómo sus familiares en su país están a favor de la Alianza Atlántica para defenderse de una posible invasión de Rusia. «Es algo que es posible. Una invasión de Rusia ahora se ve como algo que puede pasar. Es más grande, tiene más ejército… Es posible», explica Timo Sydänmaalakka, que tiene un centro de negocios en Fuengirola, aunque actualmente ha vuelto a su país.
Desde allí contesta la llamada de ABC para decir que ha leído en los periódicos que hay un cambio drástico de la opinión pública en los últimos meses con respecto a este tema. «Antes de la guerra de Ucrania sólo un 20% de la población apoya la entrada en la OTAN, pero ahora esa cifra es del 75%», remarca este finlandés, que es uno de los casi 30.000 en la provincia de Málaga –4.881 censados oficialmente en Fuengirola.
En esta ciudad costera, Pauliina Manso, socia de Sydänmaalakka en el Smart Work Center, dice que lleva toda la mañana hablando del tema con sus socios y que «no se lo cree». «Hay miedo a una invasión de Rusia. He hablado con mi familia sobre esto y realmente es algo que está ahí. No me lo puedo ni imaginar, pero es así», asevera Manso, quien explica que la colonia en España tiene otra percepción de la realidad, pero que en su país sí ven posible que Putin haga lo mismo que hizo en Ucrania.
«Pensaba que era una tontería, pero no», sentencia esta empresaria, que es también parte del consejo de Colegio Finlandés, en el que tienen 370 estudiantes y una lista de espera de 420 niños para entrar. Asevera que, tras la visita del primer ministro británico, Boris Johnson, y sus promesas de ayuda como aliado en caso de tener problemas con Rusia, la población ha creído que es mejor estar en la OTAN. «Se piensa que se va a tener más ayuda si hay una invasión», explica la empresaria.
En el subconsciente de los finlandeses juega un papel importante un miedo histórico y la memoria de una guerra cruel narrada por los abuelos. «Ese temor es algo que está en el ideario colectivo. Estaba dormido, pero ya se ha despertado», asegura la periodista Katia Westerdahl, que dirige la revista finlandesa ‘Olé’ en Fuengirola y que fue concejala del municipio.
Westerdahl recuerda de niña a sus padres y a los amigos de la familia hablando de tener lingotes de oro bajo la cama por si venían los rusos y tenía que salir huyendo. «Recuerdo a mi abuela hablar de la guerra contra Rusia y que mis dos abuelos lucharon contra los rusos. Es un fantasma que vuelve», añade esta periodista, que ha tenido consultas de compatriotas que quieren invertir su dinero en España por temor una guerra. «Los que venden una propiedad quieren invertir ese dinero aquí, como el que tiene una pequeña reserva. Es un salvoconducto en caso de que haya una guerra», asegura Westerdahl, que lamenta la situación porque en Finlandia «nadie había pensado en esta posibilidad de un conflicto hasta ahora».
En la colonia finlandesa no saben lo que va a pasar. Muchos vuelven en verano a su país para ver a la familia. Cada vez son más personas en edad de trabajar, que renuncia a sus nóminas en su país para ganar calidad de vida. En julio aprovechan para regresar a ver a sus seres queridos, pero ante tanto miedo se replantean los viajes. «Mi madrina vive al lado de la frontera y no sé si voy a ir a verla. Voy a Helsenki, pero tan cerca de Rusia no sé», señala Pauliina Manso, que viajará con sus tres hijos, pero concede que hay que pensarse bien los viajes por si estalla la guerra.
Incursiones aéreas
Antti Nykanen, de 38 años, que vive en la tranquila región de Keski-Suomi y se dedica al comercio exterior, lo ve de diferente manera que Pauliina Manso. «No tenemos miedo a las amenazas de Rusia. Es un viejo enemigo. Históricamente hemos estado enfrentados e, incluso, hemos sufrido varias guerras; casi todo el mundo tiene algún abuelo que ha luchado contra ellos, así es que esta
es una intimidación más», declara a ABC por teléfono.
Nykanen se muestra tranquilo ante el nuevo pulso del líder de la Federación Rusa que ha anunciado que la «amenaza» tendrá una «respuesta», si bien no ha concretado cuál será. «Estamos acostumbrados a que nos amedrenten. Es algo recurrente, no sucede solo ahora con motivo de la guerra en Ucrania. Aviones rusos surcan nuestros cielos o hay incursiones de submarinos o barcos rusos en Laponia, casi siempre ‘por error’, según la versión oficial del Kremlin, que siempre tiene a punto una excusa», precisa Nykanen, casado con Eva, una española, y padre de dos hijos, de 5 y 7 años.
Este finlandés recuerda que «la política exterior de Moscú siempre ha considerado ‘controlables’ o aréas de preferencia países como el suyo o Suecia. Y hace suyas las palabras que ayer pronunció su presidente, Suali Niinisto, en relación al pacto suscrito con el Reino Unido en materia de Defensa en caso de un ataque ruso. «Le preguntaron sobre cómo se lo tomaría Putin y dijo que era un acuerdo provocado por sus acciones, lo mismo que ocurre con la adhesión a la Alianza». Sobre la tradicional neutralidad de Finlandia, afirma que su país «siempre ha sido colaborador de la OTAN. Un ejemplo de ello son los entrenamientos militares conjuntos que llevan a cabo».
El país báltico impuso, a consecuencia de las tensiones con su vecino, el servicio militar obligatorio de entre 6 y 12 meses y el mantenimiento en la reserva hasta los 60 años (las mujeres que lo desean también lo realizan).