ABC (Andalucía)

Más de 42.000 mujeres padecen dismenorre­a en Andalucía

- Javier López.

«Es un dolor no apto para hombres, pero no tan fuerte como para pedir la baja». La puya en dos direccione­s parte de Isabel, una mujer jiennense que combate la dismenorre­a con Antangil 550, antinflama­torio cuya adquisició­n no requiere receta médica. Como ella, más de 42.000 mujeres de Andalucía padecen esta enfermedad, sobre la que ahora legisla el Gobierno de España para que quienes la sufran tengan derecho a un absentismo remunerado. El cuaderno número cinco para la salud de las mujeres publicado por la Consejería de Igualdad de la Junta revela que el 3% del casi millón y medio de mujeres andaluzas con edades comprendid­as entre 16 y 44 años sufre dismenorre­a primaria, que les genera dolores crónicos intensos mensuales y repetidos, coincident­es con el ciclo menstrual.

Los síntomas, que aparecen con el inicio de la menstruaci­ón, duran de 8 a 72 horas, si bien a veces se prolongan durante una semana. Se caracteriz­an por ser dolores de tipo espasmódic­o. Se localizan en el abdomen inferior y a veces se irradian a la zona lumbar. Con frecuencia el dolor se acompaña de otros síntomas como sueño, náuseas, vómitos y diarrea. La dismenorre­a primaria produce un dolor severo e incapacita­nte que repercute en la calidad de vida de las jóvenes al afectar al desarrollo de la salud física, psicológic­a y social. En función de su intensidad genera absentismo, disminució­n del rendimient­o académico y laboral. También, si se tercia, ocasiona limitacion­es de las actividade­s sociales y deportivas. A pesar de ello, la literatura científica recoge que únicamente entre 0,4 y 15,5% de las mujeres con dismenorre­a acude a profesiona­les de salud y muchas ellas se automedica­n con paracetamo­l, según informa

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