El agente de Lewandowski, el mejor socio de Laporta
► La relación con ‘Pini’ Zahavi aumenta el interés del presidente por fichar al alemán
De entre todos los jugadores que hay en el mercado a los precios de saldo que en este momento pueda pagar el Barça, no es casualidad que el presidente del club, Joan Laporta, se haya interesado por el veterano Robert Lewandowski. Su mánager, Pinhas ‘Pini’ Zahavi, judío, es un viejo socio y amigo suyo.
Ambos, con otros socios también judíos, constituyeron el 8 de febrero de 2016 la sociedad BMVP Limited, en Malta. Zahavi fue el artífice en 2017 del traspaso de Neymar al PSG, por 222 millones de euros, e intentó usar la sociedad que compartía con Laporta, que no era entonces presidente del Barcelona, para canalizar las comisiones de la operación. Laporta acusó a la directiva de Bartomeu de ‘incompetencia’ por haber permitido la marcha de Neymar, cuando de hecho, según estas informaciones, habría mediado para que el traspaso se hiciera efectivo. Según el diario alemán ‘Der Spiegel’, con información de la plataforma ‘Football Leaks’, el PSG se negó a operar con BMVP Limited al ser Malta un paraíso fiscal. Zahavi propuso entonces que se le hiciera la transferencia a una cuenta que poseía en Chipre, algo de lo que también recelaron los cataríes. Al final, las partes se pusieron de acuerdo en que el abono se realizara a una cuenta de Israel. La comisión era de 12 millones de euros. De todos modos, BMVP Limited no quedó oficialmente disuelta hasta el 9 de agosto de 2017, una semana más tarde de que Neymar anunciara a sus compañeros del Barça que se iba al PSG.
El 14 de septiembre de aquel año, Laporta constituyó la sociedad Soccer Stock Market, con domicilio en la Diagonal 469, donde se encuentra su despacho profesional. Soccer Stock Market se hizo accionista del 40% de Capital Planet, una consultoría de gestión empresarial constituida en 2009, con el mismo domicilio social, y con Xavier Laporta Estruch, hermano del presidente, como administrador único. Es llamativo que esta sociedad, que entre 2011 y 2016 tenía importes netos de negocio entre los 100 y los 800.000 euros, ingresara, en 2017 y 2018, coincidiendo con el reparto de las comisiones por el traspaso de Neymar, y con las cifras que se manejaban, 6.869.356 y 4.460.323 millones de euros respectivamente.
En la misma línea, otro hecho llamativo tiene idénticos protagonistas: en el último ejercicio, Laporta tuvo que provisionar unos 80 millones de euros por las querellas cruzadas que el club mantenía –por herencia del anterior presidente, Josep Maria Bartomeu– con el padre de Neymar. Estas querellas quedaron por arte de magia resueltas y retiradas al regreso de un amistoso que los veteranos del Barcelona –Barça Legends– fueron a jugar el mes de julio de 2021 precisamente a Israel. Y los 80 millones de pérdidas pasaron –¡alehop!– a ganancias.
La amistad entre el presidente y el representante no es reciente. Se fraguó en 2003, cuando el entonces candidato Laporta, prometió el fichaje de David Beckham si ganaba las elecciones. Sabiendo que lo tenía fichado el Madrid, le pidió a Zahavi que intercediera ante el Manchester United para que el club inglés retrasara el anuncio del acuerdo con la entidad blanca. Gracias a la falsa promesa, Laporta ganó las elecciones y le devolvió el favor a su amigo fichando al absurdo portero Rustu, uno de sus representados, que naturalmente no jugó en absoluto. En 2009, Laporta acudió como invitado a la boda de la hija de Zahavi, que se celebró en Israel y en 2010, le encargó encontrar un comparador para Ibrahimovich, que nunca se acabó de llevar bien con Guardiola. La llegada de Lewandowski al Barça, que ya ha ganado todo el dinero que tenía que ganar en el mundo del fútbol y que sabe que tampoco puede a su edad exigir demasiado, abre sin embargo otra ventana de oportunidad para estos dos grandes amigos y emprendedores.