La boda ‘low cost’ del ministro alemán de Finanzas
El ministro alemán de Finanzas, el liberal Christian Lindner, y la presentadora de noticias de televisión Franca Lehfeldt habían planeado una lujosa boda en la Toscana italiana en julio para la que más de 200 personas habían recibido ya la invitación, pero se ha impuesto un cambio de planes. Se mantiene la fecha, pero la boda se traslada a Sylt, la mayor de las islas Frisias, en el norte de Alemania. El motivo oficial es que los servicios de inteligencia alemanes (BKA), encargados de su protección personal, no podían trabajar con las mismas garantías en Italia. Al fin y al cabo, la lista de invitados incluye un número considerable de celebridades entre las que se encuentran el canciller alemán Olaf
Scholz y varios de sus ministros, que requieren condiciones especiales de seguridad. Pero en su círculo privado, la pareja admite además el motivo del ahorro. «Estamos en tiempos de guerra, el ministro está hoy defendiendo ante el Bundestag un presupuesto muy duro y la pareja asume que debe adecuar la celebración a los momentos que nos ha tocado vivir», comenta un compañero de partido de Lindner. Mientras el Gobierno alemán llama a la población a reducir el consumo de gas tanto como sea posible en los hogares y mientras la inflación y las fallas de la cadena de suministro impiden que productos como la harina o el aceite lleguen a muchas casas, Lindner habría considerado más correcto rebajar el nivel de lujo de la boda. Cambian por tanto la glamurosa Toscana para darse el sí en la iglesia de San Severín, después de una breve ceremonia civil en el Ayuntamiento de Hamburgo y para pasar después al banquete en el restaurante de culto Zanzíbar.
La pareja apareció por primera vez en público sobre la alfombra roja del Festival de Wayreuth de 2018. El pasado otoño, el todavía líder de la oposición liberal pidió la mano de la periodista en plena campaña electoral. Con un ramo de flores, en el restaurante Cassambalis de Berlín y en una reunión que había disfrazado de fiesta de cumpleaños para dar una sorpresa a la novia. «Me gustaría insistir en que soy una periodista independiente», se vio obligada a declarar la novia cuando el compromiso se hizo público, momento en el que trabajaba como periodista en la sección de Política. «No la amo porque tenga mis mismas opiniones, sino precisamente porque tiene la suya propia», defendió también Lindner. La presión fue tanta, sin embargo, que en febrero y tras cinco años con RTL, tuvo que abandonar la cadena para pasar a ser presentadora de Wet TV.