Marimar Torres, embajadora enograstrónoma en EE.UU.
► Pionera en el masculino mundo del vino y propietaria de viñedos en California desde hace cuatro décadas, Marimar Torres cultiva variedades españolas a orillas del Pacífico y recupera uvas de carácter histórico
Marimar Torres es una completa embajadora de nuestra cultura en Estados Unidos. Además de haber publicado dos libros de recetas españolas, ‘The Spanish Table’ y ‘The Catalan Country Kitchen’, organiza viajes por España a través del club que lleva su nombre y que tiene un millar de socios estadounidenses, a los que agasaja constantemente con paellas y degustaciones de tapas en su bodega californiana, construida en 1992 al estilo de una masía catalana tras adquirir años antes viñedos cerca del océano Pacífico, en las denominaciones de Sonoma Coast y Russian River Valley. El próximo viaje enogastronómico será a Chile, tras los últimos realizados en junio por Cataluña y en octubre por las regiones vitivinícolas del norte de España. En nuestro país, Marimar también cuenta con un círculo que lleva su nombre, de 200 socios, con base en su casa de Sitges (Barcelona), donde les reunió el pasado 23 de abril.
Pionera en el masculino mundo del vino y propietaria de fincas vitivinícolas en California desde hace cuatro décadas, Marimar Torres también cultiva variedades españolas a orillas del Pacífico, como albariño y tempranillo. Septuagenaria de amena conversación en seis idiomas, su principal reto ahora es experimentar en tierras americanas con uvas ancestrales recuperadas por su familia en España, como la godello, mientras traspasa la gestión de la bodega a su hija Cristina para dedicarse de pleno a organizar viajes enogastronómicos.
Marimar es la pequeña de la cuarta generación de Familia Torres y cuando contaba solo 19 años acompañó a su padre por primera vez a Estados Unidos. Fue un ofrecimiento tal vez para evitar que realizara un viaje con amigas tras finalizar los estudios de profesorado mercantil, «porque entonces no se estilaba que las mujeres estudiaran», recuerda.
Posteriormente, recorrió el país de punta a punta hasta que en una visita a San Francisco se enamoró doblemente, de la ciudad y de un crítico de vinos y gastronomía, con quien se casó pese a contrariar a su padre, que quería para su única hija un matrimonio de más alta alcurnia. La pareja duró poco, pero Marimar decidió seguir en Estados Unidos, su país de adopción, donde logró multiplicar por diez las ventas de Familia Torres hasta alcanzar en diez años 150.000 botellas. Su siguiente reto, elaborar vino en California de la mano de su hermano Miguel, actual presidente de Familia Torres.
No se considera una rebelde, pero sí una mujer inconformista a la que le gustan los retos. Por eso decidió hacer los vinos que le gusta beber y denominarlos Marimar State, sin el apellido familiar, una marca de reconocido prestigio mundial. En breve lanzará su primer tempranillo, mientras experimenta con variedades como pirene, gonfaus y moneu, uvas anteriores a la histórica plaga de la filoxera, que ya ha injertado a orillas del Pacífico y con las que espera lograr unos vinos que regresarán al futuro, entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
Club Ha publicado dos libros de recetas y organiza viajes por España a través del club que lleva su nombre y que tiene un millar de socios estadounidenses