Austria reafirma su neutralidad y niega su adhesión a la OTAN
► Solo el 14% de los austriacos están a favor de la entrada en la Alianza Atlántica
Distanciándose de Finlandia y Suecia, el canciller austriaco Karl Nehammer declaró ayer que «Austria no se plantea» una posible entrada en la OTAN. Como estado neutral, solo suministra a Ucrania armamento no letal, como medios de protección, y esa seguirá siendo su política, según reiteró la ministra de Defensa, Klaudia Tanner. «Ya hemos enviado material de protección y ahora estamos evaluando el envío de equipamiento médico», dijo.
Tanner es criticada por el sindicato de las Fuerzas Armadas, debido a una reestructuración del Ejército austriaco que ha tenido como consecuencia que desde el 1 de mayo no haya «jefe de Estado Mayor, ni comandantes de las fuerzas terrestres o aéreas, ni comandantes por encima de la brigada ni de la Base de las Fuerzas Armadas», según denunció su presidente, Manfred Haidinger.
«Austria es completamente solidaria con Ucrania», insistió Nehammer en su visita a la vecina República Checa, pero tiene «una historia diferente» a la de la de los países nórdicos, justificó, además de reiterar su negativa a que la UE interrumpa las compras de gas ruso. Nehammer fue en abril el primer jefe de gobierno europeo en visitar en Moscú al presidente ruso, Vladímir Putin, después de entrevistarse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Kiev y siguiendo la tradición diplomática austriaca de relaciones con Rusia. Tras la II Guerra Mundial, Austria permaneció ocupada por las cuatro potencias vencedoras hasta 1955, fecha en que, ante la insistencia soviética, firmó un compromiso de «neutralidad perpetua».
En 2001 coqueteó brevemente con el ingreso en la Alianza Atlántica, pero la reacción airada de Moscú llevó a descartar el proyecto. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, Austria ha ampliado los controles fronterizos en la frontera terrestre con Hungría y Eslovenia, que introdujo por primera vez durante la crisis de refugiados de 2015, citando el riesgo de seguridad de la guerra de Ucrania como la razón principal de su decisión.
Elevada dependencia
La posición del Gobierno del Viena se corresponde con la mayoritaria negativa de la población austriaca a acercarse a la OTAN en la actual situación. La última encuesta publicada por la agencia de noticias APA apunta que solamente un 14% de los austriacos están a favor de la adhesión, mientras que el 75% de los encuestados por el Instituto IFFD rechazan frontalmente abandonar el estatus de neutralidad. Un 52% considera que solo la neutralidad puede proteger al país de una agresión militar mientras que el 40% no están tan seguro. Un 83% desean que su país coordine mejor la política de seguridad y defensa con la UE y el 46% se manifiestan explícitamente en contra de que Ucrania pase a formar parte de la UE. Uno de los factores que influye en estas posiciones es la elevada dependencia energética de Rusia.