El momento Hamiltoniano II

La UE no sólo debe mutualizar cuando el afectado es el Sur

En la presentación del Informe Anual del Banco de España el gobernador Hernández de Cos ha señalado una cuestión estratégica: «Sería deseable que, sobre la base de la experiencia acumulada con el programa Next Generation EU, hubiera una respuesta fiscal común frente a los retos que supone la guerra en Ucrania, incluida la mutualización del gasto público necesario para afrontar sus efectos sobre las economías de los Estados miembros». Es decir, la mutualización no sólo debe existir cuando los afectados son países del sur de Europa, como sucedió con la pandemia, sino cuando afectan al resto de la Unión.

En el caso de la invasión de Ucrania, Alemania es uno de los países más afectados ya que su dependencia de los combustibles rusos era muy alta: un 55% del consumo de gas, un 50% del carbón y un 35% del petróleo. Hoy, casi tres meses después del inicio de la guerra, esta dependencia se ha reducido al 35%, 8% y 12% respectivamente. Es el resultado del esfuerzo del ministro de Economía, el ‘verde’ Robert Habeck. Tanto Habeck, como su correligionaria Annalena Baerbock en Exteriores se han conducido con una seriedad de la que los ‘verdes’ de otros países carecen.

Es verdad que un fondo europeo que compensara de la guerra beneficiaría mucho a un país rico como Alemania, pero sería la prueba de que el interés por avanzar en la unión fiscal es genuino. Estimularía, además, a los alemanes a dar un paso que sienten que no están preparados a dar. Se prolongaría así el ‘momento hamiltoniano’ de marzo de 2020 cuando se desató la pandemia y la Comisión se endeudó por primera vez en su historia para financiar el plan de recuperación. Son estas crisis las que una nueva generación de europeos está aprendiendo a emplear para forjar el futuro de la UE.

Llama la atención que, tal como ocurrió en 2020, cuando los líderes europeos quedaron paralizados y reaccionaron en clave nacional, sea un banquero central el que ponga el tema sobre la mesa. Parece que los valores y el futuro de Europa estén más vivos e interesaran más en el Banco Central Europeo (BCE) que en la Comisión o el Parlamento Europeo. jmuller@abc.es