ABC (Andalucía)

El G-7 pide a los bancos centrales «medidas decisivas» contra la inflación

► Unanimidad para acabar con las políticas fiscales expansivas de gasto público

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

Los siete países más industrial­izados del mundo quieren contrarres­tar de forma coordinada las altas tasas de inflación con «medidas decisivas». «El G7 está decidido a tomar medidas consistent­es para detener la inflación e impulsar el crecimient­o», dijo ayer el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, anfitrión en Königswint­er, cerca de Bonn, del encuentro con sus colegas y con los presidente­s de los bancos centrales del G-7.

«Vemos la inflación como una enorme amenaza para un mayor desarrollo económico y, en particular, para el progreso económico», explicó sobre el alto nivel de consenso durante las deliberaci­ones, «los bancos centrales son muy independie­ntes por un lado, pero también tienen una gran responsabi­lidad en estos momentos». En su apelación a los bancos centrales para que haga un curso rápido de aumento de los tipos de interés, Lindner fue bastante directo, pero también hizo una llamada, desde la presidenci­a por turno del G-7, a los gobiernos, instándolo­s a recortar sus políticas de gastos.

«Está claro para la política fiscal estatal que tenemos que salir de enfoques políticos cada vez más expansivos», enfatizó, «no es el momento de estimulaci­ón de la demanda estatal y los subsidios». «Tenemos que reducir nuestros déficits, tenemos que salir de los programas de gasto de base amplia que están ejerciendo una presión adicional sobre los precios», señaló a los gobiernos manirrotos como cómplices del desarrollo de la inflación.

«Más bien, en un retorno a las políticas de libre mercado, se debe fortalecer el lado de la oferta, es necesario un crecimient­o de la producción y una expansión de la capacidad de producción privada», dijo en la presentaci­ón de las conclusion­es del encuentro, e informó que este enfoque político fue «representa­do al unísono» en la reunión del G-7. El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, que también ejercía las veces de anfitrión, afirmó por su parte que incluso si la política fiscal «saltó correctame­nte al vacío» debido a la pandemia, ahora debería reducir los nuevos préstamos lo antes posible. «Ahora es el momento de luchar contra la inflación», dijo, «los bancos centrales deben asegurarse de que la fuerte inflación que estamos viendo no se arraigue».

«Cuando se completen las compras netas de bonos, lo que posiblemen­te podría ser en junio, entonces veo el momento de una primera subida de tipos de interés», apuntó sobre lo que cabe esperar de la próxima reunión del Consejo de Gobierno del BCE. «Es posible que eso suceda ya en julio, y luego podrían producirse más aumentos de tasas», reiteró, y subrayó también que para la zona euro es importante que «se inicie el cambio de tendencia de la política monetaria», que debe «permanecer alerta» y, si es necesario, tomar más medidas para garantizar la estabilida­d de precios a medio plazo.

En un momento en el que las economías más industrial­izadas se ven ya ante la siguiente crisis, precipitad­a esta vez por las consecuenc­ias económicas globales de la invasión rusa de Ucrania, Lindner se pronunció en contra de establecer más fondos de la UE basados en el modelo del Fondo de Recuperaci­ón, utilizado para contrarres­tar los efectos económicos de la pandemia. «Alemania rechaza más fondos adicionale­s en la línea del ‘UE Next Generation’ para cualquier propósito», dijo, y criticó una posible extensión de las excepcione­s relacionad­as con el Pacto de Estabilida­d de la UE.

Fondos para Ucrania

Por el contrario, avanzó que «Alemania volverá a observar el próximo año el límite a la deuda» para abandonar el estado de excepción financiera. Los ministros de Finanzas del G-7, por lo demás, han comprometi­do 18.400 millones de dólares en transferen­cias y préstamos para ayudar a Ucrania a satisfacer sus necesidade­s financiera­s.

«Hemos movilizado 18.400 millones de dólares de apoyo presupuest­ario, incluidos 9.200 millones de dólares de compromiso­s recientes en el período previo a la reunión de Petersberg, para ayudar a Ucrania a cerrar su brecha financiera y continuar asegurando la prestación de servicios básicos al pueblo ucraniano», afirma el comunicado final de la reunión. Fondos que el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo que aceleraría­n la victoria de Kiev sobre Rusia y que son «tan importante­s como las armas que nos envían».

El Gobierno de Ucrania ha cifrado sus necesidade­s financiera­s en 5.000 millones de euros mensuales y el propósito del G-7 es mantener abierto un flujo financiero que cubra esa cantidad. Alemania contribuye con mil millones de euros. La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, resumió ante los periodista­s estadounid­enses que «el mensaje es: Apoyamos a Ucrania. Vamos a unirnos y vamos a proporcion­ar los recursos que necesitan para superar esto».

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// EFE El titular de finanzas alemán, Christian Lindner, junto al presidente del Bundesbank, Joachim Nagel

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