Leclerc diluye a Sainz y Alonso
► Pole del monegasco, con el madrileño tercero y el asturiano decimoséptimo
Muy a su pesar, Carlos Sainz padre tiene que entregar con una sonrisa de deportividad el pequeño neumático que acredita a Charles Leclerc como propietario de la pole en el Gran Premio de España, un Montmeló como en los mejores tiempos repleto de aficionados. Un circuito que esperaba a Carlos Sainz y a Fernando Alonso y que se aguanta las ganas porque los dos españoles quedan solapados por el éxito del líder del Mundial. Sainz se clasifica tercero, detrás de Leclerc y Verstappen, en posición correcta pero no excitante, y Alonso sufre en España: saldrá decimoséptimo después de una efímera y calamitosa ronda. La sesión deja otra noticia: los Mercedes están de vuelta, Russell cuarto y Hamilton, sexto, muy cerca de Sainz.
El sábado empieza con otra calamidad para Alpine y Alonso. El coche francés, que apuntaba maneras en la
sesión del viernes, se desvanece con tiempos muy cuestionables y un ritmo poco convincente frente a los jerarcas. La fatalidad o el fallo, que nunca se sabe, llega en el último intento de Alonso. Con mucho tráfico en la pista y pilotos buscando mejorar vuelta, el español se encuentra a dos coches y trata de rebasar a Norris. No lo consigue y en la curva de lanzamiento se queda atrapado detrás del McLaren. No puede tomar velocidad y aborta el intento. Para desconsuelo de los aficionados, Alonso cae eliminado en la Q1 junto a Vettel y Stroll. Saldrá decimoséptimo. Ocon se salva por los pelos. El Alpine no corre en Barcelona. «Hubo un malentendido con el ingeniero y salí detrás de Norris al entrar en vuelta –explicó Alonso en Dazn–.
Hoy las piezas nuevas le tocaban a mi compañero, pero tampoco íbamos muy rápidos en los libres 3».
La Q2 entrega una versión novedosa, ya que Mercedes ratifica su recuperación con Russell y Hamilton gobernando la tabla de tiempos durante unos minutos antes de desconectar el botón y quedar a salvo.
Ya no causa sorpresa la relevancia de los motores Ferrari, que avasallan. El cambio normativo le ha sentado de fábula al propulsor italiano, que coloca a cinco coches que lo usan entre los diez mejores. Los dos Ferraris de Leclerc y Sainz, obvio, el Alfa Romeo del inevitable Bottas que ahora disfruta de lo lindo y la sorpresa: los dos Haas de Magnussen y Mick Schumacher.
El último tramo desvela la confianza que siente el líder del Mundial, Leclerc, en su coche y en su pilotaje. El Ferrari vuela y él está a la altura. Comete uno de los escasos errores que ha hecho esta temporada, un trompo al finalizar la chicane de entrada a meta, y se queda helado, con solo un intento más para salvar el pellejo. Vuelve al garaje y lo consigue en un giro perfecto, a todo o nada, cuando era décimo. Logra la pole, la cuarta del año, con un imponente 1:18. Verstappen se queda sin potencia, pero ya ha hecho el segundo mejor crono. Sainz, con el Ferrari que maravilla, es tercero. En su sitio, pero sin el pellizco que podía imaginar la afición que lo apoya.