Biden moviliza al Ejército para importar leche de fórmula para bebés desde Alemania
►Nueva York declara el estado de emergencia por la escasez en el 40% de los comercios
El alcalde de Nueva York ha declarado el estado de emergencia en la ciudad, de 8,5 millones de habitantes, por la escasez de fórmula infantil, un sustituto artificial de la leche materna para niños lactantes. El objetivo de que el demócrata Eric Adams declare esa situación excepcional es, entre otras medidas, poder sancionar a aquellos minoristas que aumenten el precio ante la escasez, provocada principalmente por los efectos de la pandemia sobre los fabricantes.
Según dijo el regidor, un 40% de comercios se han quedado sin fórmula infantil en Nueva York y sus alrededores, y existe un riesgo elevado de un aumento de los precios. A partir de ahora, aquellos neoyorquinos que detecten precios extremadamente altos en ese producto pueden presentar una denuncia ante el departamento de protección al consumidor.
Ansiedad de las familias
«La escasez de fórmula infantil ha causado un dolor y una ansiedad inimaginables para las familias de todo Nueva York, y debemos actuar con urgencia», dijo Adams en un comunicado.
La Casa Blanca también ha tomado medidas por la falta de este producto, y las Fuerzas Armadas han comenzado a traer existencias desde otras partes del mundo. El presidente Joe Biden ha activado la llamada Ley de Producción de la Defensa, que permite al Gobierno federal movilizar recursos privados en caso de emergencia. El fin de semana aterrizó en Indianápolis un avión de carga con 35 toneladas de producto adquirido en Alemania. Esa remesa equivale, según dijo la Casa Blanca, a unos 500.000 biberones de unos 240 mililitros, con fórmula hipoalergénica para niños con alergia a la proteína de la leche vacuna. Asegura el Gobierno federal que puede servir de suministro para 27.000 niños en una semana. Esta semana habrá más envíos a EE.UU.
Los problemas de producción de fórmula para lactantes impuestos por la pandemia se agravaron en febrero porque una de las principales fábricas en Míchigan, de la multinacional Abbott, tuvo que cerrar porque unos lotes resultaron contaminados, y causaron la muerte de al menos dos bebés. El consejo delegado de Abbott, Robert Ford, pidió disculpas a los consumidores por la escasez de ese producto en una tribuna publicada en el diario ‘The Washington Post’ el pasado sábado. «Creemos que retirar de forma voluntaria las existencias fue lo correcto. No podemos asumir riesgos con la salud de los niños», escribió.
El mercado de la fórmula infantil está dominado por muy pocos fabricantes. Lo cierto es que niños que son alérgicos a la leche natural dependen de ella y son varios los casos de hospitalizaciones por carencia de leche de fórmula en polvo, que solo se consume con receta médica.