La suerte suprema tiene premio
►Con encastados novillos de Fuente Ymbro, Álvaro Alarcón abre la Puerta Grande y Diosleguarde corta una oreja
En la primera comparecencia de las reses de Fuente Ymbro, que lidiará también en esta Feria dos corridas de toros, los encastados novillos dan muy buen juego, con vuelta al ruedo al último. Los tres novilleros muestran cualidades: por volcarse con la espada, con grandes estocadas, Álvaro Alarcón corta tres orejas y abre la Puerta Grande; Manuel Diosleguarde, un trofeo; también lo merecía Jorge Martínez pero el presidente se lo niega, en una decisión muy protestada, y se queda en vuelta al ruedo. Bien el público, esta vez, mostrando respeto y apoyo a los jóvenes diestros.
He visto varias veces torear bien al último fruto de la gran escuela salmantina, Manuel Diosleguarde (un nombre artístico tomado de su pueblo, en la comarca de Ciudad Rodrigo). En tres años, lleva más de sesenta novilladas y va a tomar la alternativa en Santander, en la Feria de Julio. En el primero, que va a más, traza templados derechazos, a veces le cuesta acoplarse y mata muy bien: oreja. Sólo la gran estocada ya lo merecía. En un quite al tercero, sale entrampillado.
Con el cuarto, intenta redondear el triunfo, comienza con muletazos de rodillas, logra algunos derechazos pero el trasteo es desigual y la espada queda defectuosa. Se le ven condiciones pero no sé si está suficientemente maduro para la alternativa.
Viene de dar dos vueltas al ruedo en Sevilla Jorge Martínez, de Totana, formado en Almería; sólo la espada le impidió cortar trofeo. Triunfó en el certamen de novilladas de Andalucía. Brinda el complicado segundo a Miguel Abellán. Pronto llegan la voltereta y varios sustos, por no llevarlo tapado con la muleta. Su estética es buena pero el mando ha sido insuficiente. Mata desprendido al encuentro.
Vuelve a mostrar buenas maneras en el quinto, sufre un par de sustos porque el novillo hace por él. Sin amilanarse, logra meritorios muletazos, aunque prolonga la faena, y una excelente estocada. Con el peor lote, la petición es grande pero el presidente le niega la oreja. Como en los otros casos, su espada lo merecía.
Álvaro Alarcón, toledano, ha toreado menos que sus compañeros. En el tercero, saluda Andrés Revuelta. Alarcón demuestra gran firmeza con un novillo muy bueno, tanto en muletazos clásicos como en los más efectistas. Se vuelca en la estocada, se parte la espada, quedándose con la empuñadura en la mano: oreja.
En el sexto, vuelve a mostrar su valor seco al aguantar sin rectificar las encastadas embestidas y correr bien la mano. La faena va a más, ha armado un lío. Vuelve a agarrar una gran estocada: dos orejas y salida en hombros, después de la vuelta al ruedo al gran Embriagado y la ovación con saludo al mayoral.
Las grandes estocadas les han valido a dos novilleros triunfar en Madrid y el tercero hizo también méritos. Hay que recordar lo indiscutible: la espada es la suerte suprema, la hora de la verdad. Deben tomar nota todos los toreros.