Mbappé impone su ley en el PSG
► El club galo se pliega al futbolista y gana peso en la toma de decisiones, una fórmula que ya usó el Barça con Messi y que le acabó pasando factura
► El delantero puso sobre la mesa varias ‘recomendaciones’ al equipo parisino para aceptar la ampliación de contrato
Las frases de Mbappé
Jugador del PSG «Yo me voy a limitar al fútbol, al juego, no tengo otras funciones. Es verdad que antes quería irme, pero también que ahora el contexto es diferente»
El poder de los futbolistas en los clubes ha sido un debate recurrente en los últimos años. Sucedió en la época de los galácticos del Real Madrid y en la reciente era de Messi en el Barcelona. En ambos casos, Florentino Pérez y Josep Maria Bartomeu tuvieron que asumir muchas de las exigencias de sus estrellas, que lograron privilegios y no dudaron en aumentar la presión para satisfacer sus pretensiones económicas. Ahora, la renovación de Kylian Mbappé ha llevado al PSG a una nueva dimensión, la que ha impuesto el delantero como condición para rechazar la oferta del Real Madrid y seguir tres años más en el Parque de los Príncipes. Un jugador que, además de en el césped, también luce ahora bastón de mando a nivel institucional a pesar de que ayer lo negara.
«No iré más allá de mi función de jugador. Sigo siendo un jugador de fútbol, dentro de un colectivo, y no iré más allá de esta función, no iré más allá de mi función de jugador», aseguró Mbappé en una rueda de prensa junto al presidente, Nasser Al-Khelaifi, para explicar su renovación. Este, sin embargo, fue el mismo discurso que emplearon figuras como Messi o Ronaldo, a los que se consultaban decisiones deportivas y de otro calado. Mbappé tiene ahora taquilla y también voz en el PSG, y ya ha empezado a ejercer como ‘consejero’.
Las exigencias de Mbappé para renovar han ido más allá de las económicas y, según fuentes cercanas al PSG, el club cambiará parte de su estructura deportiva para cumplir las peticiones del futbolista. «El dinero no es lo más importante para Kylian, es lo deportivo», afirmó ayer Al-Khelaifi, que ha recibido la orden de ceder porque para Catar era clave que el jugador continuara en el PSG para demostrar su fortaleza y poder ante el mundo.
Al-Khelaifi, que ha llevado personalmente las negociaciones con Mbappé y su familia, se ha plegado a crear un ecosistema en el que el delantero se encuentre feliz. Desde Francia se asegura que el jeque catarí le ha prometido intentar fichar a Zinedine Zidane como próximo entrenador. El técnico, ídolo del futbolista, relevaría a Pochettino, cuestionado desde la eliminación del PSG en los octavos de la Champions ante el Real Madrid. No obstante, el exentrenador blanco no parece tener en su hoja de ruta al club parisino porque espera a la selección. Joaquim Low,
Real Madrid «Espero que entiendan mi decisión, comprendo su decepción, pero soy francés y quiero seguir y ganar títulos aquí»»
La decisión de quedarse «La tomé la semana pasada, pero no dije nada, el club quería que guardara silencio»
El futuro «Es una nueva era y no sé qué pasará en tres años»
Thiago Motta, Roberto Martínez (parece improbable que deje la selección de Bélgica a medio año de que se dispute el Mundial) y Christophe Galtier, técnico del Niza, opositan al puesto del argentino. Mbappé permanece atento.
En la lista de ‘recomendaciones’ del jugador para renovar, según medios galos, estaría la marcha de Leonardo (director deportivo), con el que la familia Mbappé no mantenía una buena sintonía; la salida de Neymar; y la llegada de jugadores de su agrado. Fuentes cercanas al PSG aseguran que habría exigido también a Luis Campos en la secretaría técnica. El portugués, que el año pasado estuvo en el Lille campeón de Francia, fue el que lo convenció en 2015 de fichar por el Mónaco y ambos mantienen una estrecha relación.
A la pregunta sobre por la posibilidad de la llegada del luso, Al-Khelaifi evitó con habilidad el tema, aprovechando que un periodista citó por error a Jorge Campos, un exinternacional mexicano. «No sé quién es Jorge Campos, esta rueda de prensa es sobre Kylian», dijo Al-Khelaifi, en su respuesta.
Otra de las exigencias que habría planteado Mbappé sería acometer una renovación de la plantilla, a cuyas incorporaciones debería dar el visto bueno. Di María ha sido el primero en hacer las maletas y se especula con la llegada de Ousmane Dembélé, amigo personal de Mbappé y que acaba contrato
en el Barcelona. El que sí seguirá es Leo Messi, que cumplirá el año de vinculación que le queda, aunque lo hará a la sombra del nuevo patrón del vestuario. El argentino, piedra angular del Barcelona más exitoso de todos los tiempos, ni será el mejor pagado del PSG ni el ídolo de una afición que jamás le ha venerado como en el Camp Nou.
Aceptar este tipo de condiciones cuestiona la cadena de mando. A Óscar Perarnau, director general deportivo del Espanyol entre 2012 y 2016, le cuesta creer que el PSG haya podido aceptar conceder tanto poder a su jugador. «Para mí es impensable. No diría arriesgado, pero me parece muy extraño que, en un club tan grande, un jugador esté por encima del escudo o por encima de la estructura en cualquier contexto. Sus motivos tendrán para gestionarlo así», explica a ABC. «Por mi forma de ser, veo imposible que yo pudiera aceptar estas condiciones, pero es que ni se me pasa por la cabeza. Yo no contemplo darle todo el poder a un jugador. En cualquier negociación debe ganar el club que se lo va a quedar y el propio jugador, en el sentido que está a gusto», añade.
Robert Fernández, secretario técnico del Barcelona entre 2015 y 2018, afirma a preguntas de ABC: «Cuando yo jugaba al fútbol tenía muy buena relación con los secretarios técnicos y muchas veces hablábamos de fútbol, pero de ahí a decir a quién tienes que firmar...». Y se muestra rotundo: «Yo esto no me lo creo. Puede tener una opinión, pero no poder de decisión. Un club no se doblega, el club lo que busca es lo mejor. Yo jamás me he encontrado con algo así».