Magnolias de acero
La oposición debería valorar podar de hojarasca retórica los simples datos
Como Pedro Sánchez estaba arreglando el mundo (literalmente) en Davos, la sesión de control se tuvo que conformar con sus ministros, o más bien ministras, pues son mayoría. Aparecen diversas, capaces, sistémicas y representativas de La Mujer Española. Parecen el elenco de ‘Magnolias de Acero’ compitiendo por producir, sin reírse, la forma más delirante de demagogia.
El caso más crítico es el de Calviño, por su responsabilidad y porque, se supone, o lo suponen quienes evalúan estas cosas, tenía un prestigio que dilapidar. Preguntada por la situación económica y el informe del Banco de España, aun hizo un pequeño esfuerzo de compostura con el diputado Olano del PP, pero cuando llegó Espinosa (Vox) cogió el comodín de la puerilidad y respondió con la reciente matanza de niños en Estados Unidos. Los datos macroeconómicos se quedaron en el aire, como ‘excelitos’ huérfanos. A este respecto, la oposición debería valorar podar de hojarasca retórica los simples datos. Vayan aquí algunos de los referidos en la sesión: liderazgo del índice de miseria, incremento del 40% en el precio del aceite, del 25% en el del pan, del 14% en la leche; descenso del consumo interno del 3,7%; un horizonte de recuperación previsto a finales de 2023, o el incremento de la deuda en 25.000 euros por familia…
Ante la realidad, mejor o peor expresada, cada sesión presenta un ramillete de asuntos, algunos repetidos, que son usados por el Gobierno como las salidas de una rotonda argumental. Si la ministra de Economía optó por Texas, la de Hacienda, ahí es nada, escogió la amenaza de la ‘ultraderecha’. Durante su intervención se alumbró un instante de esperanza colectiva cuando pareció quedarse afónica. Carraspeaba y de la flema de la ministra Montero (¡una protesta interna contra su prosodia!) quedó colgada la ilusión de los presentes, satisfecha después por una ministra revelación, Pilar Alegría, de Educación, que al ser preguntada por cómo colaborará en dar cumplimiento a la sentencia del 25% de español en las aulas catalanas procedió a dar lectura a la definición de ‘colaborar’ en el diccionario. Quien preguntaba, Sandra Moneo (PP), se tuvo que quedar como aquel personaje de Almodóvar, Patty Diphusa.
Era difícil superar eso, pero las sesiones de control están ganando en margen al retrasarse las intervenciones de Olona, dirigidas ahora con fijación al ministro de la Presidencia. Tras relatar ella con cierta hilaridad las intrigas padronales en Salobreña, el siempre-un-pocodespeinado Bolaños innovó. Terminó su intervención «citando a Lorca», que quiere decir mencionando a Lorca, sin que este humilde cronista, quizás por la debilidad del desayuno, pudiera advertir verso o frase alguna del poeta. Citar a Lorca ya es simplemente mencionar a Lorca. Otra salida clásica de la rotonda.
Bolaños terminó su intervención «citando a Lorca», que quiere decir mencionando a Lorca