ABC (Andalucía)

Sánchez se enfrenta hoy al caso Pegasus con el objetivo de apaciguar a sus socios

- MARIANO ALONSO / JUAN CASILLAS

Pedro Sánchez afronta hoy una comparecen­cia monográfic­a en el pleno del Congreso sobre la crisis de Pegasus y las escuchas a Pere Aragonès y otros dirigentes independen­tistas, confirmada­s en su día ante la comisión de secretos oficiales por la exdirector­a del Centro Nacional de Inteligenc­ia (CNI) Paz Esteban. Será un debate largo, donde el presidente del Gobierno tratará de apaciguar a sus socios, incluido el de coalición, Unidas Podemos, que han puesto el grito en el cielo desde que se conoció el informe de la organizaci­ón Citizen Lab que acusaba a España de haber practicado decenas de escuchas a políticos y activistas del separatism­o. La petición de comparecen­cia fue solicitada por ERC, Bildu y el Grupo Plural, al que pertenecen tanto Junts, el partido de Carles Puigdemont, como el PDECat, varios de cuyos portavoces aparecen entre los escuchados.

El jefe del Ejecutivo, que justo regresa del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), donde ha estado toda la semana, afrontará también las críticas de la oposición de centro-derecha por la destitució­n de Esteban: un cortafuego­s con el que contentar a ERC; un cese injusto para PP, Vox y Cs.

Escepticis­mo

La intención de Sánchez está lejos, ‘a priori’, de tranquiliz­ar a sus socios independen­tistas y nacionalis­tas, que siguen con el cuchillo entre los dientes. Las fuentes parlamenta­rias consultada­s por este diario trasladan sobre todo escepticis­mo. Ni en ERC, ni en Bildu ni siquiera en el PNV esperan ningún anuncio importante durante la comparecen­cia, tras semanas en las que los nacionalis­tas han exigido gestos de buena voluntad y explicacio­nes mucho más allá de las «insuficien­tes» en la comisión de secretos.

En el Gobierno transmitía­n ayer cierta preocupaci­ón porque, aunque ERC ha moderado el tono en público, señalan, aún se le nota «dolido» en las negociacio­nes parlamenta­rias, donde se muestran «muy duros». Fuentes del Grupo Republican­o replican con un deseo, que Sánchez anuncie hoy cambios en la Ley sobre Secretos Oficiales, la del CNI o la desclasifi­cación de documentos, pero lo ven poco probable. En ERC evitan ligar su malestar por Pegasus con su posición final, por ejemplo, en la ley audiovisua­l, que se vota esta tarde en el pleno, pero creen que el presidente hará propuestas genéricas sin concreción. También en el PNV y Bildu son pesimistas, y los tres partidos coinciden: la rendición de cuentas por Pegasus ha sido pobre.

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