Sánchez se enfrenta hoy al caso Pegasus con el objetivo de apaciguar a sus socios
Pedro Sánchez afronta hoy una comparecencia monográfica en el pleno del Congreso sobre la crisis de Pegasus y las escuchas a Pere Aragonès y otros dirigentes independentistas, confirmadas en su día ante la comisión de secretos oficiales por la exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban. Será un debate largo, donde el presidente del Gobierno tratará de apaciguar a sus socios, incluido el de coalición, Unidas Podemos, que han puesto el grito en el cielo desde que se conoció el informe de la organización Citizen Lab que acusaba a España de haber practicado decenas de escuchas a políticos y activistas del separatismo. La petición de comparecencia fue solicitada por ERC, Bildu y el Grupo Plural, al que pertenecen tanto Junts, el partido de Carles Puigdemont, como el PDECat, varios de cuyos portavoces aparecen entre los escuchados.
El jefe del Ejecutivo, que justo regresa del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), donde ha estado toda la semana, afrontará también las críticas de la oposición de centro-derecha por la destitución de Esteban: un cortafuegos con el que contentar a ERC; un cese injusto para PP, Vox y Cs.
Escepticismo
La intención de Sánchez está lejos, ‘a priori’, de tranquilizar a sus socios independentistas y nacionalistas, que siguen con el cuchillo entre los dientes. Las fuentes parlamentarias consultadas por este diario trasladan sobre todo escepticismo. Ni en ERC, ni en Bildu ni siquiera en el PNV esperan ningún anuncio importante durante la comparecencia, tras semanas en las que los nacionalistas han exigido gestos de buena voluntad y explicaciones mucho más allá de las «insuficientes» en la comisión de secretos.
En el Gobierno transmitían ayer cierta preocupación porque, aunque ERC ha moderado el tono en público, señalan, aún se le nota «dolido» en las negociaciones parlamentarias, donde se muestran «muy duros». Fuentes del Grupo Republicano replican con un deseo, que Sánchez anuncie hoy cambios en la Ley sobre Secretos Oficiales, la del CNI o la desclasificación de documentos, pero lo ven poco probable. En ERC evitan ligar su malestar por Pegasus con su posición final, por ejemplo, en la ley audiovisual, que se vota esta tarde en el pleno, pero creen que el presidente hará propuestas genéricas sin concreción. También en el PNV y Bildu son pesimistas, y los tres partidos coinciden: la rendición de cuentas por Pegasus ha sido pobre.