ABC (Andalucía)

Los ‘últimos de Filipinas’ de Casado buscan su papel en el nuevo PP

Los exvicesecr­etarios de Génova Terol y Beltrán se quedan por ahora sin funciones en el Grupo Popular tras la reorganiza­ción de Feijóo

- MARIANO CALLEJA

El líder del PP reparte juego entre los diputados que lanzaron la carta contra Casado en plena explosión interna

El casadismo ya no existe. Ni como corriente crítica ni como familia política. Ese es un hecho irrefutabl­e en el nuevo Partido Popular, donde esa página de la historia reciente se ha pasado con rapidez, sin ningún ánimo de mirar atrás. Pero en el Congreso de los Diputados sobreviven ‘los últimos de Filipinas’, los que fueron leales a Pablo Casado hasta el último minuto, y que ahora asumen la nueva situación del partido con resignació­n y sin rebeldía. Son pocos: exactament­e dos. Serían tres si se contara a Pablo Montesinos, pero ya renunció a su acta de diputado en Semana Santa, tras la caída de su jefe y mentor político. Los otros dos, Ana Beltrán y Antonio González Terol, continúan en sus escaños como diputados rasos y esta semana han visto cómo, entre los que siguen en activo, son los únicos vicesecret­arios de Casado que se han quedado fuera del reparto de puestos en las amplias direccione­s del partido y del grupo parlamenta­rio aprobadas. El caso de Teodoro García Egea, ex secretario general y ahora diputado sin funciones, al menos de momento, es diferente tras distanciar­se de Casado en la semana ‘trágica’ de febrero.

Montesinos, Beltrán y Terol comparten una imagen que quedó para la historia. Era 23 de febrero y Casado, tras pedir permiso en el Grupo Popular, acudió a su última sesión de control del Congreso para enfrentars­e también por última vez con Sánchez y despedirse de sus compañeros. Después de su intervenci­ón, Sánchez le replicó y cuando la presidenta del Congreso le dio de nuevo la palabra, sin decir nada se levantó de su escaño y abandonó el hemiciclo. Le siguieron las tres personas que le fueron leales hasta el final: primero Montesinos, luego Beltrán y a continuaci­ón Terol. Los ‘últimos de Filipinas’, porque todos los demás, incluidos algunos diputados muy cercanos y de su máxima confianza, habían abandonado ya al presidente del PP y habían pedido su cabeza y la convocator­ia de un congreso extraordin­ario para proceder a su relevo.

Beltrán y Terol han continuado en sus escaños desde entonces, sin ninguna función concreta, a la espera de que se reordenen las comisiones parlamenta­rias. Beltrán es presidenta del PP de Navarra, donde sigue pendiente el congreso regional, y Feijóo incluyó su nombre en la lista del Comité Ejecutivo Nacional que presentó junto a su candidatur­a en el congreso de Sevilla. Beltrán y Marga Prohens, líder del PP en Baleares, son las dos únicas presidenta­s regionales en el Congreso. Con una diferencia: Prohens sí tiene un sitio en la dirección del Grupo, como portavoz adjunta.

Fue en el Comité Ejecutivo que se reunió el pasado lunes en Génova donde se aprobaron los nombramien­tos que completan la dirección nacional del partido y la de los grupos parlamenta­rios. A primera vista se ve un intento claro de Feijóo de contar con dirigentes de la anterior etapa. Así, Jaime de Olano, que fue vicesecret­ario con Casado, tendrá un papel protagonis­ta en el Congreso, como coordinado­r y portavoz del área económica. Otra vicesecret­aria de la anterior etapa, Ana Pastor, pasa a ser secretaria ejecutiva de Sanidad en Génova. Y Elvira Rodríguez, miembro del anterior Comité de Dirección, ahora es portavoz adjunta en el Congreso. Este puesto lo comparte con otros dirigentes que también fueron de la confianza de Casado, como Isabel Borrego, Pablo Hispán y Mario Garcés. Eso sí, en este punto es inevitable que salten chispas en algunos sectores del PP, cuando recuerdan que Hispán y Garcés estuvieron muy cerca de Casado, tanto que el primero fue su jefe de gabinete. Sí, hasta que dejaron de estarlo y firmaron aquella carta del Grupo Parlamenta­rio Popular que, según sostienen muchos en ese partido, fue la puntilla definitiva de Casado. En el escrito se pedía la cabeza del secretario general, pero también del presidente y la convocator­ia de un congreso extraordin­ario, algo que ya era un clamor en el partido a lo largo y ancho de España.

Las siete firmas

La carta, del 22 de febrero, llevaba siete rúbricas, todas de personas que hasta entonces se habían tenido por casadistas: además de Hispán y Garcés, firmaban Guillermo Mariscal, Carlos Rojas, Adolfo Suárez Illana, José Ignacio Echániz y Sandra Moneo.

En el último Comité Ejecutivo Nacional, y a propuesta de Feijóo, se eligió al andaluz Carlos Rojas como nuevo secretario general en el Congreso. Guillermo Mariscal se mantiene en la dirección del Grupo, como secretario general adjunto. Sandra Moneo es portavoz adjunto, igual que Garcés e Hispán, y Adolfo Suárez continúa siendo secretario en la Mesa. El único que se queda fuera, por ahora, es Echániz.

En el Grupo Parlamenta­rio Popular algunas fuentes consultada­s creen que no puede hablarse de ‘integració­n’ de nombres de la anterior etapa. «Como mucho de continuida­d, para no romper el Grupo en la recta final de la legislatur­a», advierten. Feijóo ha contado con los tres portavoces, en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo. «Pero en realidad fue Casado quien integró a Gamarra, que era sorayista cien por cien», recuerdan las mismas fuentes.

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