Los demócratas tratan de convertir la rabia en fuelle para leyes más duras
▶ A pesar de los ruegos de Biden y su partido, los republicanos se oponen a limitar la tenencia de armas
Tras una nueva matanza, otra vez con decenas de niños muertos, los gobernantes en Washington volvieron a escenificar este miércoles 25 de mayo algo que ya se ha convertido en todo un rito: los demócratas, comandados esta vez quien hoy ocupa la Casa Blanca, lamentaron la inacción del poder legislativo a la hora de limitar la tenencia de armas, y los republicanos expresaron dolor y dieron condolencias a los familiares y sobrevivientes, culpando en este caso específico a lo que parecen graves trastornos psicológicos del autor, un joven de 18 años que supuestamente adquirió las armas de su masacre al lograr la mayoría de edad y hasta reveló sus planes previamente en las redes sociales.
El líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, y otros demócratas en el Capitolio dijeron en el hemiciclo que están abiertos a nuevas negociaciones con los republicanos sobre una posible legislación de control de armas, por modesta que esta sea. «Sé que es una posibilidad remota, muy remota, demasiado remota. Ya nos hemos empantanando otras veces. Pero es que esto es muy importante», dijo en el pleno del Senado. «Si se hace lo correcto y se persiste, la justicia acabará prevaleciendo . ... Y sólo por esa razón, debemos persistir», añadió el senador de Nueva York.
Aun así, lo único que han logrado los demócratas de momento es allanar el camino para una votación sobre un endurecimiento de los tests y trámites necesarios para adquirir armas automáticas. Schumer ha comenzado el trámite de llevar a votación dos leyes ya aprobadas por la Cámara de Representantes que por un lado aplicarían una verificación más detallada de antecedentes penales a los posibles compradores de armas en internet y en ferias de armas, y por otro alargaría el período de espera para comprar armas a aquellos seleccionados por un sistema de verificación de antecedentes instantáneo, para darle más tiempo al FBI, la policía judicial, para investigarles. Lo único que se sabe de esas votaciones es que en principio serían antes del 4 de julio, día de inicio del receso estival.
Estas son medidas que en realidad poco harían para prevenir masacres como la del martes en Tejas, en la que murieron 19 niños y dos maestros, u otras previas, porque quienes las cometen no suelen tener antecedentes penales. Aun así, el grueso de los republicanos, y algunos demócratas centristas, como el senador Joe Manchin de Virginia Occidental, se oponen a endurecer de forma drástica los controles de tenencias de armas.
El legado de Sandy Hook
Quienes están liderando los esfuerzos por reformular las permisivas leyes de tenencia de armas en EE.UU. son los dos senadores demócratas de Connecticut, Richard Blumenthal y Chris Murphy. La razón es que ambos representan al estado en el cual en 2012 murieron seis adultos y 20 niños en la escuela de primaria de Sandy Hook, una masacre infantil que conmocionó al mundo por su crueldad. «Debemos votar. Necesitamos que cada miembro del
Senado se haga responsable de su voto. Cada uno de nosotros debe pronunciarse», dijo el senador Blumenthal, presidente de la subcomisión de Justicia, en un discurso el martes en el Capitolio, en un pleno en el que se debatieron otros asuntos. «Tenemos otro Sandy Hook. ¿Qué estamos haciendo al respecto?», se le sumó después Murphy.
Los demócratas tienen una exigua mayoría en las dos cámaras del Capitolio, insuficiente para aprobar un proyecto ambicioso de reforma de tenencia de armas. Y según las más recientes encuestas, pueden perder esa mayoría en las elecciones parciales que tendrán lugar en EE.UU. en noviembre, y en las que se renueva un tercio del Senado y la Cámara de Representantes
al completo.
El que hoy es líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, no dio ayer ninguna indicación inmediata sobre si los republicanos aceptarían negociar alguna restricción a la tenencia de armas. Es llamativo, sin embargo, que en su discurso del miércoles en el pleno, McConnell describiera el último tiroteo de Texas como obra de un «joven trastornado», atribuyendo la responsabilidad a las decisiones de una persona, y no a la facilidad de adquirir armas en este país. «Es repugnante, enfermizo, pensar en las jóvenes vidas inocentes que fueron robadas por esta brutalidad sin sentido», dijo el senador conservador. «La investigación sigue en marcha. Las autoridades seguirán averiguando qué ocurrió exactamente y cómo», añadió, sin referirse a ningún proyecto legislativo sobre el acceso a las armas.
Otros senadores republicanos fueron más lejos y advirtieron a los demócratas en contra de llevar esta masacre al terreno de la política. «Estoy casi seguro de que en los próximos días o semanas vamos a descubrir que había indicios de que esta persona estaba era un peligro, y tenemos que prestar una atención igual o mayor a la prevención», dijo el senador Tom Tillis en una entrevista en CNN en la que pidió que no se «politice» el asunto en este momento. Según la organización que defiende el control de la tenencia de armas Brady Campaign, una veintena de senadores republicanos, incluido McConnell, han recibido al menos un millón de dólares cada uno en donaciones del poderoso lobby de las armas, la Asociación Nacional del Rifle. En EE.UU. hay 400 millones de armas distribuidas en una población de casi 330 millones.