Los fondos Covid de Montero enmascaran un agujero de 10.000 millones en las CC.AA.
▶ Un informe de Fedea concluye que el Estado les dio 7.000 millones más de lo necesario
El equilibrio presupuestario alcanzado por las cuentas autonómicas en 2021 era mentira. Un informe difundido ayer por el laboratorio de ideas Fedea concluye que el déficit del 0,03% en las administraciones regionales reportado el pasado mes de marzo por el Ministerio de Hacienda tiene mucho de ficticio y se sostiene sobre la anormal inyección de recursos que recibieron del Estado tanto en 2020 como en 2021 a través de los denominados fondos Covid.
Sin ese apoyo financiero excepcional, en virtud del cual los gobiernos autonómicos recibieron en esos dos ejercicios 7.000 millones de euros más de los que realmente necesitaban para cubrir los gastos excepcionales causados por la pandemia –según los cálculos de Fedea– y sin el efecto del resto de instrumentos que el Gobierno central ha ido disponiendo en los últimos años para proteger las delicadas finanzas de las comunidades autónomas de la quiebra, el desequilibrio de las cuentas autonómicas en 2021 supera los 10.000 millones de euros.
Sobreprotección
«El precio es, por supuesto, un mayor déficit del Estado», sostiene el informe elaborado por el director ejecutivo del ‘think tank’, Ángel de la Fuente, «y el gradual debilitamiento de la responsabilidad fiscal de unas comunidades autónomas que están siendo sobreprotegidas, tanto en esta crisis como en la anterior».
No es el enfoque de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha defendido la financiación adicional proporcionada a las comunidades autónomas e incluso su holgura en la necesidad de vadear la crisis pandémica sin que se vieran afectados ni los servicios sociales ni la sanidad ni la educación. Bajo este argumentario ha justificado una inyección de recursos de 16.889 millones de euros a fondo perdido en 2020, pese a que las comunidades autónomas solo reconocieron unos gastos extra por la pandemia de 13.951 millones; y una inyección adicional de 23.203 millones, incluidos fondos europeos, en 2021 para cubrir unas necesidades de gasto de 19.051 millones, lo que ha generado un excedente de 7.000 millones en estos dos años.
El movimiento ha generado la percepción de que la salud de las finanzas autonómicas ha mejorado en este periodo, lo que según Fedea no responde a la realidad. Mientras los datos oficiales de Hacienda muestran un progresivo acercamiento hacia el equilibrio presupuestario en los años de la pandemia, el ‘déficit subyacente’ construido por Fedea eliminando el impacto de todas las medidas de protección habilitadas por el Gobierno revela que este se ha duplicado desde 2018 hacia hoy.
No se trata solo de la inyección excepcional de los fondos Covid. Fedea tiene en cuenta también los fondos recibidos para sostener al tejido productivo más afectado por la pandemia, los del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, los fondos extra percibidos por la especial generosidad aplicada por el Gobierno en las entregas a cuenta y los gastos financieros ahorrados por el escudo financiero del Fondo de Liquidez Autonómica y de la Facilidad Financiera, que les permite financiarse a un coste sensiblemente más reducido del que tendrían que soportar de acudir al mercado por su cuenta.
«Como en 2009, el Gobierno ha optado por proteger al máximo a las comunidades autónomas frente los efectos inmediatos de la crisis, lo que no es necesariamente buena idea si retrasa en exceso la reacción de estas. Por el momento, el Gobierno ha decidido condonar aquellas liquidaciones de 2022 que resulten negativas, lo que plantea problemas adicionales, tanto de equidad como de incentivos», concluye Fedea.