La inflación alemana se dispara al 7,9% en mayo por el precio de la energía, récord desde 1973
Los fabricantes de alimentos aumentaron ya sus precios en Alemania una media del 16,6% desde principios de 2021. Los recargos son mayores para los productos cotidianos, incluidos aceites y grasas (53%), harina (28%) y pasta (19%), aunque los precios en la venta minorista de alimentos aumentaron solo en un 6%, debido a que las grandes cadenas de supermercados están absorbiendo parte de la subida de los precios. «Es muy probable que los precios en la venta minorista de alimentos aumenten más del 10% en Alemania en 2022», calcula el experto en comercio minorista Aurélien Duthoit, de Allianz Trade, y los datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) le dan la razón.
La inflación subió en mayo en Alemania un 7,9% en tasa interanual, un nuevo máximo en casi medio siglo. El aumento es de 0,9% con relación al mes de abril, cuando la inflación interanual se situó en el 7,4%, según datos preliminares avanzados ayer y a la espera de que el 14 de junio se publique el dato definitivo de mayo.
La última vez que la tasa de inflación en Alemania fue tan alta fue en el invierno de 1973/1974, cuando los precios del petróleo también aumentaron considerablemente como consecuencia de la primera crisis del crudo. Destatis informa de que se está dando un efecto cascada en los incrementos de precios, que se impactan entre sí en varios niveles de la actividad económica, a lo que «se suman los efectos en los precios de las cadenas de suministro, interrumpidas a raíz de la pandemia». El ministro de Economía, Robert Habeck, adelantó que la tendencia continuará durante el año y el IPC superará el dato actual.