El Supremo prohíbe subir vídeos durante 5 años al ‘youtuber’ que dio dentífrico a un mendigo
Khangua Ren, el ‘youtuber’ y creador de contenidos en ‘streaming’ conocido como ReSet, no tuvo miramientos en seguir las instrucciones que le habían dado sus fieles seguidores. Bueno, en realidad las modificó a su gusto, según recogió la primera sentencia condenatoria, porque el 1 de noviembre de 2016 ReSet «aceptó el reto» que le habían puesto los internautas atentos a sus vídeos, pero «para captar de forma más efectiva la atención morbosa de sus seguidores y conseguir más ingresos con su canal, decidió focalizarlo en una persona sin hogar». Y la humilló.
En el vídeo, ReSet ofrece una galleta Oreo a un indigente. Se la da rellena de pasta de dientes y el mendigo la ingiere. Como resultado, el hombre tuvo vómitos, mareos, acrecentó su temor a estar en la calle, se mostró descreído hacia la sociedad, muy preocupado, triste y emocionalmente sufrió un duro golpe. Es la definición de la víctima que se describe en la primera condena. ReSet alegó que se lo dio a probar como broma y que no tenía intención de ofender a nadie.
Ahora, el Pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ratifica la prohibición al ‘youtuber’ de que siga subiendo vídeos en las redes sociales durante cinco años. Los magistrados del Alto Tribunal han estimado un recurso de la Fiscalía y entienden que hay que mantener esta prohibición que le impuso en un primer momento el juzgado de Barcelona. A la vista de la redacción definitiva de la sentencia, tres magistrados podrían formular votos particulares.
Doble humillación
El Juzgado de lo Penal número 9 de la Ciudad Condal condenó a ReSet por un delito contra la integridad moral, le obligó a cerrar por cinco años su canal de YouTube, que tenía 1,61 millones de suscriptores a fecha de 1 de marzo de 2017 y 124 millones de visualizaciones. También le condenó a no poder crear contenido durante ese lustro.
Asimismo, le sentenció a quince meses de cárcel y a indemnizar por daños morales con 20.000 euros a la persona sin techo, a quien grabó mientras se comía la galleta con el dentífrico y difundió este contenido sensible contribuyendo a una mayor humillación. Se estima que ReSet se embolsó con el vídeo unos 2.180 euros.